Julia Otero reaparecía en octubre para darnos la mejor de las noticias: está curada del cáncer que le diagnosticaron a principios de año. Aunque está feliz por este último diagnóstico, la periodista es consciente de que debe ser cautelosa, pues hasta que no pase un lustro no puede bajar la guardia. Con una sonrisa en la cara y un forzado nuevo look, la periodista aprovechaba este anuncio para celebrar que su regreso a las ondas está cada vez más cerca.

Justo por su trabajo, por su “larguísima y relevante trayectoria en el ámbito de la radio y la televisión”, la periodista ha sido galardonada en la XX edición de los Premios Nacionales de la Comunicación que organiza la Generalitat de Catalunya, donde era destacada como “un referente y modelo para todos los profesionales del sector y especialmente para las jóvenes periodistas”.

La comunicadora, que aún está recuperándose y cogiendo fuerzas, no pudo asistir presencialmente a la ceremonia, conducida por Gemma Nierga, pero quiso mandar un mensaje de audio en el que decía sentirse merecedora de este galardón: “El cáncer ha acabado con la falsa molestia”, bromeaba, reivindicando que toda su trayectoria se ha desarrollada en Barcelona, mientras que muchos de sus compañeros tuvieron que “claudicar” e instalarse en Madrid. “Para una niña gallega que cuando llegó a Cataluña solo hablaba gallego, este premio es un orgullo”, agradecía emocionada Otero.

Entre el público se encontraban sus mejores escuderos en su última batalla, su marido y su hija. “A la niña, que ya tiene 23 años, hoy le tocaba hacer guardia, pero la sustituye un par de horas un compañero para que me acompañe, al igual que Josep”, anticipaba Julia en una entrevista previa a la entrega. La joven, que comparte profesión con su padre, era la persona encargada de recoger la Mención de Honor en el Palau de la Generalitat, aprovechando esta oportunidad para dedicar unas palabras a la premiada.

Candela pedía perdón nada más iniciar su intervención por si daba “el cante” al no formar parte del “gremio”. Nada más lejos de la realidad. Su impecable discurso calaba y emocionaba. “Me hace mucha ilusión. Se lo merece”, se arrancaba a hablar frente al micrófono con naturalidad e impecabilidad. “Han sido meses complicados, pero a ella le ha servido el premio como recordatorio de que todavía la están esperando en la comunicación”, daba las gracias al jurado por hacerle llegar este reconocimiento en tan dura etapa para su madre, de la que no puede estar más orgullosa: “Es una persona muy cariñosa y tolerante. Es una referente en cuanto a libertad, a feminismo… Es una madre espectacular”.