Nuevo capítulo en la vida de Iker Casillas. Después de más de 20 años en el fútbol profesional, el portero ha decidido dejar momentáneamente su puesto como portero del Oporto. La decisión la ha tomado meses después de sufrir un infarto de miocardio. Un "susto" que le enseñó a no pensar en el futuro. "No sé cómo va a ser, pero creo que lo más importante era estar aquí", dijo muy emocionado en su momento.
Ahora, mientras ve cómo evoluciona su estado de salud, Casillas se despide por un tiempo del césped para ocupar un nuevo cargo en el equipo. "Voy a hacer algo diferente de lo que habitualmente hacía, que era estar en el terreno de juego", ha contado. Su nuevo rol será formar parte del 'staff' directivo del Oporto, haciendo de enlace entre los jugadores, el técnico y la dirección del club, y dejando en el aire que en un futuro pueda dedicarse a otras funciones dentro del equipo portugués.
Este cambio vital se ha producido después de una fase complicada para los Casillas Carbonero. Después de que Iker sufriese un infarto de miocardio durante uno de sus entrenamientos, la vida les volvió a dar otro susto: Sara Carbonero era diagnosticada de un tumor de ovario del que en estos momentos se encuentra en pleno tratamiento. "Esta vez me ha tocado a mí, esa dichosa palabra de 6 letras que todavía me cuesta escribir", escribió en su momento. Un obstáculo que ha unido aún más a la familia.
Hace unos días, Sara Carbonero confesaba estar feliz por su nueva labor social. Un proyecto como Embajadora de Unicef Comité Español al que, por motivos evidentes, no ha podido involucrarse tanto como le habría gustado: "La vida quiso que en esta ocasión tampoco pudiera llevar a cabo un viaje con el que llevaba soñando mucho tiempo, como ya me pasó en octubre, así que la noticia llegó en forma de llamada y no pude más que emocionarme".
Pronto se cumplirán nueve años del beso que paralizó España. Ese impulso de amor de Iker a Sara mientras ella le entrevistaba después de convertirse en campeón del mundo. Desde entonces, la vida de ambos ha cambiado (y mucho). Cinco años después de aquel triunfo, Iker Casillas se marchó del Real Madrid que le convirtió en icono para apostar por una nueva #slowlife en Portugal como portero del Oporto. Esto también afectó a Sara Carbonero, que dio un 'hasta luego' a la tele, se tomó una excedencia y dejó España para ahora volver con una sección semanal en Deportes Cuatro.
Esto provocó, tanto en Iker como en Sara, el inicio de una fase mucho más reflexiva. "Cada año soy un poquito más humana, más serena, más segura y más justa. Por lo menos, lo intento", confesó Carbonero en su 35 cumpleaños. En esto tiene mucho que ver esta nueva vida junto al mar, sin atascos, sin preocupaciones. Pero lo profesional es lo de menos. El gran cambio de la pareja, más allá del fútbol o la televisión, llegó con Martín y Lucas, sus hijos.
El 3 de enero de 2014 nació su primer hijo, Martín Casillas Carbonero. "Te he contado cómo fueron tus primeros días en el mundo, lo que nos hiciste sentir a todos al conocerte y ver por primera vez esos ojitos azules", le dedicó Sara a principios de este año para celebrar que el mayor de sus dos peques cumplía cinco años. Por eso de dar ejemplo, Martín siempre ha demostrado adaptarse "con facilidad a los cambios, poniéndoselo muy fácil a los demás".
Sara Carbonero, que siempre ha intentado proteger la privacidad de ambos menores en redes sociales, nos lo ha ido presentando año a año con palabras de amor. Textos que dicen muchísimo más que cualquiera de esos posados familiares en las playas de Oporto. "Desde que naciste has tenido sin tú sospecharlo la habilidad de colocar todo en su sitio, de traer la paz, la calma y la relatividad a nuestras vidas. O que tienes un corazón gigante, que eres generoso, observador, detallista, empático y que tu sensibilidad y tu manera de ver el mundo te hacen único", le escribió hace unos meses. Y sí, Lucas, el pequeño, también ha tenido sus homenajes vía Instagram.
Estar en el 'club de los segundos hijos' no siempre es fácil. Para su madre, Lucas Casillas Carbonero es uno de esos críos "independientes, espabilados y autosuficientes" que están hechos unos "supervivientes". En unos días celebrará su tercer cumpleaños. Un tiempo en el que, ya desde Oporto, donde se crió, ha aprendido "a compartir desde el minuto uno, a heredar con alegría ropa y juguetes y a debatirse entre imitar y repetir todo lo que hacen los héroes de sus hermanos y forjarse su propia personalidad". Martín y Lucas son una piña. Y hashtags como #enseñaracuidar, al que Sara Carbonero ha echado mano en más de una ocasión, podría definir esta relación de hermanos con la que a la periodista se le cae la baba.
Tiene el título de 'hijo pródigo' de Navalacruz, el pueblo en el que nacieron sus padres y en el que Iker Casillas pasó su infancia y parte de su adolescencia. Allí se crió, se estrenó en el fútbol y se llevó muchas lecciones presentes. Un lugar del que el guardameta siempre ha guardado un nostálgico recuerdo y que ha visitado en muchas ocasiones con Sara Carbonero. La prueba, esta foto, un 'throw back' de hace diez años que la periodista casi le 'amenaza' con borrar.