Irene Villa y Juan Pablo Lauro se separaron en el año 2018. Tras siete años de matrimonio y tres hijos, su historia de amor había llegado a su fin y emprendieron entonces caminos de vida distintos. Ahora, tres años después de lo que consideran una “acertada decisión”, ambos siguen teniendo una buena relación y una comunicación directa y constante por el bien de los tres menores que tienen en común.

Irene Villa sabe compaginar muy bien su vida profesional y su vida privada. Tal y como ha contado ante las cámaras de Europa Press, la escritora quiere seguir siendo la madre que siempre quiso ser. “Cuando tengo niños, tengo niños. Tengo custodia compartida. Cuando los niños están con su papá es cuando viajo, trabajo y hago un montón de cosas”, ha explicado.

A raíz de este comentario en el que confiesa cómo ha sido el reparto de los menores tras el divorcio, Irene aprovecha para añadir que “incluso las parejas que no se divorcian” deberían tener custodia compartida. “De esta forma la madre se oxigena cuando es el padre el que se encarga. Hay que compartir las tareas, madres y padres”, ha asegurado, ya que considera que siempre “recae todo sobre mamá”.

Irene Villa cree que las cosas han cambiado en cuanto a igualdad se refiere, pero todavía es la madre la que sigue teniendo mayor número de responsabilidades en el cuidado de los hijos: “Aunque estemos empoderadas, aunque la igualdad sea nuestra bandera, siempre cae todo sobre mamá. Los padres ahora se implican cien por cien”.

“Fue difícil el año que teníamos que tomar la decisión, pero una vez que está tomada fue muy fácil. El 2018 fue el peor año de mi vida, claro, mis hijos tenían 2, 3 y 6 años”, recuerda. Irene Villa y su exmarido mantienen actualmente “una comunicación constante” por los tres menores que tienen en común. “Nos tenemos que llevar bien, al final los únicos que lo pasan mal son los hijos”, asegura.

Mirando a la cámara, la escritora ha lanzado un mensaje para todas aquellas parejas que ha tenido una separación complicada, a los que les ha querido recordar que de sus enfrentamientos “solo sufren los niños”. “El truco es amor a raudales. Cuando emitimos amor, la vibración es maravillosa”.

Todavía no ha llegado una nueva persona a su vida en el ámbito sentimental, pero la escritora asegura estar “siempre abierta al amor”. “De golpe aparecen pretendientes de incluso antes de estar casada. Tengo muchos amigos, gente a la que quiero y a la que adoro, pero digo que para atrás ni para coger impulso. Confío plenamente en que esté y el día que aparezca os lo voy a presentar”.