Este verano, Jorge Sanz compartía con el mundo que estaba a punto de convertirse en abuelo a los 51 años. Una nieta que llegaría de la mano de su hija mayor, Marta, y con la que abriría "la etapa más bonita" de su vida. Ahora, cuando ha llegado el momento con el que llevaba meses soñando, el ganador de un Goya por 'Si te dicen que caí' ha recurrido a la misma vía, las redes sociales, para presentarnos a la recién nacida, a la que han puesto de nombre Vega.
"Con todos mis polluelos en casa", ha escrito en una publicación en la que vemos al intérprete posando con la pequeña sobre su pecho, difuminando parte de la instantánea para proteger la identidad de la menor. El actor, que asegura que no le "cabe más amor" tras pasar este tiempo de calidad con la que es su primera nieta, ha expresado las ganas que tenía de tenerla en "VillaSanz", como llama con humor a su residencia.
"No tengo claro que les deje volverse", ha advertido, haciendo referencia al bebé y a Marta y Manu, su yerno y padre de la criatura. Jorge, además, ha declarado estar "feliz", una sensación que le ha hecho acordarse de uno de sus mejores amigos, su compañero Antonio Resines, que en estos momentos atraviesa un trance delicado al estar ingresado por culpa del coronavirus.
"Esta calma se la mando a mi amigo Antoine LaTulipe. Ánimo, grande", ha declarado con cariño, esperando ansioso poder presentarle a la que ya es una de las grandes alegrías de su vida. Jorge Sanz ha sido uno de los rostros públicos que ha ido dando el parte médico del que fue Diego Serrano en la ficción, haciéndonos partícipes de su lenta pero positiva mejoría. También lo ha hecho Santiago Segura, que hace unos días compartía el siguiente mensaje en sus redes:
"Los años pasan, los hijos crecen, la vida mejora, y yo... ¡SERÉ ABUELO! ❤️❤️❤️". Así, con esta efusividad, Jorge Sanz nos contaba que su familia contaría con un nuevo miembro. "¿Os lo podéis creer? 😍 Mi 'pequeña' Marta traerá una bebé al mundo en otoño y esta familia que tanto adoro crecerá. No puedo ser más feliz ahora mismo", planteaba con incredulidad. Una etapa de tranquilidad que llega después de unos años complicados con su hija, a la que conoció con 18 años.