· Actriz, pinitos en la ficción española incluidos
Comenzó su carrera como modelo en 2001 tras ganar el concurso de la agencia Dotto Models. De ahí y tras protagonizar campañas para firmas como Jean Paul Gaultier, Roberto Cavalli, Pantene o Zara, dio el salto a la ficción. Primero en su país, pero también en Italia y (oh, sorpresa), en España. Solo los que cuentan con una memoria bien ejercitada recordarán su paso por 'Física y Química' con un personaje capitular (Charlotte) y como Lila en 'A tortas con la vida'.
· Una vida amorosa marcada por la tragedia
Con 28 años un suceso puso patas arriba su vida. Estaba en casa con su chico, Leonardo Verhagen, cuando, tras tomar un vino y mantener relaciones sexuales, él perdió el conocimiento perdiendo la vida casi en el acto debido a una cardiomegalía congénita. Ella misma lo explicó en una entrevista en el programa de Mirtha Legrand este año: "Inmediatamente cuando terminamos comenzó a tener convulsiones y cayó al piso. Salí a la calle en busca de ayuda, pero nadie pudo hacer nada. Fue desesperante verlo morir en mis brazos". Declaraciones que le costaron el enfado de la familia de él que reclama que deje de lucrarse de la tragedia.
· La pérdida sacó a relucir su faceta más mística
Presentó en el mismo programa su libro, 'Meditaciones para un viaje interior', publicado a medias con Cher Chevalier, que mezcla su historia personal con ejercicios de meditación con los que Liz se presenta como voz guía ante las prácticas que propone Chevalier. Una faceta vital que ya es inherente a su persona y así ha querido demostrarlo con una boda a la que ella misma ha catalogado de "espiritual" (pero en la que no faltó lo material). Fue en Tulum (México), junto al que ya era su marido (se casaron primero por lo civil), Walter Fara, un empresario italiano de quien dice que "saca lo mejor de mí. Nos aceptamos como somos".
· Su perra Ita, su otro gran amor
Compitiendo por la atención 'instagramera' que Liz incita a sus más de 200 mil seguidores está Ita, la perra adoptada de Liz que cuenta con su propio perfil de Instagram (con cuatro mil fans). Es el gran amor de la actriz, que viaja con ella a todos lados y hasta tuvo su papel protagonista el día de su boda: también llevó velo y estaba junto a Solari en todo momento (para muestra, las imágenes de la sesión mientras Liz se preparaba). Representa su lucha como activista por los derechos de los animales, es habitual ver cómo colabora con protectoras de animales para adoptar a perritos como la suya, y es también embajadora de Unicef.