Es una de las parejas que ha probado que es factible conservar una relación ejemplar a pesar de haber pasado por un divorcio. Manuel Diaz ‘El Cordobés’ y Vicky Martín Berrocal protagonizaron una breve pero apasionada historia de amor a finales de los 90. Sus caminos se entrelazaron cuando la socialité se estrenó en la mayoría de edad y, tras cuatro años de romance, se dieron el ‘sí quiero’ en una mediática boda celebrada en Sevilla. Los mismos años duró su matrimonio, con el nacimiento de su única hija de por medio, anunciando su separación “de mutuo acuerdo” mediante un comunicado.
Dos décadas han pasado de esta ruptura y los padres de Alba Díaz Martín continúan elogiándose en público. La diseñadora y el diestro presumen de guardar un excelente trato y es habitual verlos reunidos para celebrar los éxitos de su hija, como comprobamos en su reciente graduación. “Las cosas tienen que ser naturales, el amor se puede acabar, pero el respeto y el cariño nunca”, desvelaba Manuel a Europa Press las claves para lograr ese equilibrio.
“Hay que saber diferenciar en lo que uno siente por las personas que han formado parte de tu vida y yo siento un gran respeto y un gran cariño tanto por Vicky como por su familia: por su madre, su hermana, por todos aquellos que han formado parte en un momento de mi vida”, recordaba con cariño al entorno de su exmujer frente a los micrófonos de esta cabecera, donde llegó a reconocer que su primogénita pudo ser la gran afectada al criarse “en unas circunstancias que no son muy normales”.
“Sus padres se separaron, pero con normalidad y naturalidad. El secreto de esto es ser normal”, reflexionaba el torero, encantado de ver a la joven contenta junto a su nueva pareja: "El amor es algo que forma parte de nuestras vidas, enamorarte es algo que te entra. Yo la veo feliz, bien, con ilusión y para mí eso es importante".
Con el mismo cariño habla Vicky de su exmarido cuando es preguntada por la prensa. La empresaria, al igual que él, es consciente de que “las cosas pasan y al final uno tiene que buscar su felicidad”. “Me hace mucho bien el que sea así, que tengamos buena relación. Yo tengo respeto absoluto a Manuel, a Virginia, a sus hijos y a la familia en general”, comparte el mismo punto de vista. “No intentes acordarte de lo más mínimo malo, si te acuerdas de lo bueno te llevará al sitio de la admiración, el respeto y el cariño”, aconsejaba a los seguidores que querían saber cómo habían reconducido su separación a una amistad tan sana.
Manuel ha dado su opinión a la mencionada cabecera sobre otro tema de actualidad: la retirada de los ruedos de su compañero Enrique Ponce. “Son estados de ánimo, los toreros somos personas que tenemos que percibir mucho lo que sentimos, volverá seguramente, ha marcado una época en el toreo, es uno de los toreros que más admiro, respeto como profesional y es un gran amigo”, estaba convencido de que ha guardado el traje de luces solo por un tiempo. “Torear es un estado de ánimo, muchas veces tienes que tener ese sentimiento […] Espero que pronto vuelva y compartir con él”, deseaba verlo de nuevo con la montera puesta.