La madre de Manuel Díaz ‘El Cordobés’ hizo saber a su hijo desde bien pequeño que la identidad de su ausente padre no era ni más ni menos que la de Manuel Benitez. Pero no fue hasta 2006, después de cuarenta años de permanente lucha, cuando logró que la justicia le concediera el reconocimiento legal y el lugar que deseaba: la justicia le daba la razón tras someterse a unas pruebas de ADN que certificaban al 99,9% que, tal y como le había adelantado su madre, el diestro era su progenitor.
“Tengo documentación muy fuerte del proceso de la investigación de paternidad y está en un cajón metido. No saldrá nunca en ningún lado. Es cosa mía, ni me interesa que se airee. Viví momentos muy amargos y de rechazo en ese proceso judicial”, no entraba en detalles Manuel Díaz en su última entrevista para ‘Diez Momentos’, donde también trataba el primer e inesperado primer paso que ha dado su padre al acercamiento.
Manuel, que necesita apoyarse constantemente en los suyos al ser una persona "débil", contaba en exclusiva a Anne Igartiburu su último movimiento tras enterarse de sus nuevas intenciones. “Esto es una primicia, porque ha pasado hace escasamente 15 días. Fui a Córdoba, a donde él tiene la finca. Pasé por un bar donde él para y entré”, recordaba cada pormenor.
“La camarera al verme se puso blanca y me pidió hacerme una foto. Le dije que claro pero que nos la hiciéramos al lado de la foto del maestro –su padre-“, narraba los hechos, afirmando que no ha tenido noticias sobre lo que pasó después. “Tengo que volver para enterarme. Estoy abierto y dispuesto, si él me pidiese que fuese, iría”, no ocultaba su deseo de poder abrazar de una vez por todas a su progenitor.
Han sido tantos años imaginando este encuentro que Manuel admite que tiene tan “idealizado” esta escena como a su padre. “Estaríamos tranquilamente y le diría: ‘¿por qué hemos perdido el tiempo?', lo hubiésemos pasado bien juntos’. Yo no quiero nada”, se abría en canal el torero, que no pretende echar en cara nada del pasado: “Sin decirnos nada, lo importante es estar y hablaríamos de 20.000 cosas de nuestra profesión, de la vida, no creo que me diese muchas lecciones de padre”.
En esta charla tan íntima, el padre de Alba Díaz ha rememorado cómo fue la primera vez que le vio. Fue cuando era un crío y se encontraba junto a su madre en la puerta de la casa del diestro. "Llegó un coche y se paró, mi madre me dijo 'ese es tu padre, corre'. Me agarré a la ventanilla del coche, me miró -Manuel Benítez- y le dijo al chofer, ‘tira, tira’, y me llevó en volandas agarrado a la ventanilla calle abajo. Esa fue la primera vez que le vi a 30 centímetros de mi cara", rememoraba con tristeza.