Miguel Ángel Silvestre y su padre eran uña y carne. Hace apenas unas semanas, el eterno 'Duque' compartió con sus seguidores de Instagram su devoción por él con una tierna foto en la que ambos posaban abrazados. "Me acuerdo muchas veces de las siestas que hacía de pequeño después de comer apoyado en el pecho de mi padre, con sus manos tocándome la cara. Luego al despertarme me tomaba un helado y a jugar por ahí. Un vida sin preocupaciones. Gracias papá por hacerme confiar en que, a pesar de las adversidades, no había nada de qué preocuparse", le dedicó.
De hecho, uno de los principales culpables del éxito de Miguel Ángel Silvestre en el mundo de la interpretación fue, precisamente, su padre. Porque sus caminos estaban mucho más unidos de lo que muchos creíamos. "Hace poco tuve como un momento de darme cuenta de todo lo que mi padre me ha enseñado de una manera subliminal. El otro día le dije: 'papá, creo que si estoy aquí es porque me pusiste un colchón y me dijiste 'si quieres ser actor, sueña'. No veía el precipicio, estaba mi padre ahí, que decía 'tú tira' y yo 'pero es que estoy estudiando fisioterapia'. '¿Eso es lo que quieres hacer? vete'. Y yo creo que eso no tiene precio, si hoy me dedico a una profesión que me da alegrías y que además me da mucha felicidad es gracias a mi padre", recopila Mediterráneo de unas declaraciones recientes del actor.
Ambos eran almas gemelas. "Lo ha dado todo siempre por mí", ha dicho en más de una ocasión. Pero su hermana y su madre también son parte de esta piña. Su periplo al otro lado del charco tras su éxito en la televisión internacional ha hecho que Miguel Ángel Silvestre se aleje en distancia de su familia. "Mamá, hermana: estas navidades os pienso comer a besos", las prometió hace unos días vía redes. Su hermana, de hecho, ha permitido al actor estrenarse como tío, tal y como compartió en una felicitación por su cumpleaños. "Dos hijos preciosos que disfrutan de esas manitas tan calentitas y suaves que dan las mejores caricias".
Miguel Ángel Silvestre y su hermana María tienen una relación muy especial. Ella es tres años mayor que él y jugó un papel muy importante cuando el actor quiso mudarse a Valencia para estudiar la carrera: le acogió en su casa. Con ella también se ha echado sus mejores siestas. Pero más allá del descanso, comparten otra pasión: el deporte. Ahora, con un océano de distancia, las videollamadas se han convertido en sus grandes aliadas.
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