Alejandro, el tercer hijo de Sergio Ramos y Pilar Rubio, cumplía tres años el pasado 25 de marzo. Para celebrar este día tan especial, su madre preparaba una fiesta en casa con la ayuda de sus tres hermanos –Sergio, Marco y Máximo Adriano-. Una íntima reunión, repleta de globos y una apetitosa tarta, que tuvo que celebrarse con la destacada ausencia de su padre, que no pudo estar presente por compromisos profesionales. En el vídeo anterior puedes ver cómo ha cambiado y lo grande que está Àlex, el tercer hijo del matrimonio.
“¡Cómo pasa el tiempo y cómo creces! De rebelde incontenible a tímido irreparable, de sonrisas contagiosas a llantos desconsolados”, resaltaba el futbolista cómo había cambiado el niño a través de un post. Una transformación que también hemos podido comprobar en una instantánea colgada por la presentadora.
Frotándose uno de sus preciosos ojos con la manita y vestido con una sudadera gris, Álex es fotografiado por su madre, que no duda en compartir el resultado con sus 5 millones y medio de seguidores. “Espera, que te como entero”, se le caía la baba con su hijo. Amigos de la colaboradora y usuarios anónimos no han tardado en resaltar la belleza y la ternura que transmite el niño. “¡¡¡Me lo como!!!”, exclamaba Toñi Moreno al ver el momento. “Es igual que su mami”, le sacaban cierto parecido con su mamá. “Guapísimo, tiene tus ojos y la boca de Sergio”, se fijaba más al detalle otro.
El pasado mes de diciembre, Rubio comentaba que el nacimiento de su cuarto hijo había alterado su comportamiento. “Alejandro, que era el pequeño hasta que nació Máximo Adriano, se ha vuelto un poco más rebelde”, confesaba la modelo en la revista ‘¡Hola!, donde comentaba que ahora “intenta llamar la atención, pero es normal”. En Divinity nos pusimos en contacto con Verónica Pérez, psicóloga y autora del libro ‘Sobreviviendo a las rabietas’, para conocer cómo actuar en casos como este y nos advirtió que lo fundamental es “que el niño no se sienta desplazado” por la llegada del bebe y tomar una actitud paciente y comprensiva hasta que se adapte a esta nueva situación.
Desde que llegó a la familia, Pilar ha hecho partícipe a sus admiradores de las andanzas del recién llegado. En estos primeros 8 meses de vida, Rubio ha colgado sus rutinas, cuidados e inquietudes sobre Máximo Adriano, como sus problemas con su alimentación. Y su crecimiento también es uno de los asuntos que más ha llenado sus publicaciones desde que llegara al mundo.
Lo hizo cuando pasaron tres meses desde su nacimiento, con varias grabaciones en los que dejaba al descubierto sus enormes mofletes. Después cuando pasaron cinco, asegurando que era ya un terremoto. Y a punto de cumplir su 9 mes, pedía que se detuviera el tiempo para poder disfrutar al máximo de esta etapa. “Por favor, ¿no se puede quedar así unos añitos más? Es que crecen tan rápido…”.