El fin de una era: los hitos que han marcado el reality del clan Kardashian en sus 14 años de existencia
Las Kardashian han puesto fin a su reality tras 20 temporadas, 300 capítulos, 14 años en emisión y decenas de spin offs
Analizamos el poso trash que deja esta fábrica de crear iconos llamada 'Keeping Up With the Kardashians'
Cuando creías que 2020 no podía sorprenderte, van las Kardashian y cancelan su reality. Parece una frivolidad. De hecho lo es. Pero que el klan (así, con k) haya terminado con su show después de la friolera de 20 temporadas marca un hito en la cultura trash. Anda que no ha llovido desde aquel vídeo porno que colocó a Kim en el mapa. O desde que pusimos cara a esas crías que venían de la pata Jenner y a las que nadie auguraba un futuro más allá de ser las 'hermanas de'.
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El tiempo nos ha demostrado que su historia era la 'Dinastía' que este siglo merecía. Con sus cuentas corrientes insultantemente forradas, su adicción confesa a la cirugía estética, sus amoríos fallidos, sus envidias, sus venganzas, sus enemistades reconciliables, su revolución de los cánones de belleza y su forma tan loca de ver la vida. Porque para ellas el fin siempre justificó los medios. Siempre. Y si no, mira dónde están.
El día en que una 'sex tape' fundó un clan
Febrero de 2007. Esta es la fecha en la que Internet creó una estrella. Hasta ese momento, el apellido Kardashian iba ligado a O. J. Simpson. Robert, el difunto patriarca del clan, fue una eminencia de los 90 por ser el abogado -e intimísimo amigo- del jugador de fútbol americano que convirtió un juicio en macroevento tras ser acusado de haber asesinado a su exmujer.
Justo diez años después de aquel hito mediático, la familia volvía a ser noticia. Esta vez por un vídeo sexual protagonizado por Kim, su segunda hija con Kristen Mary Houghton, a.k.a Kris Jenner. Kim se había grabado en 2003 manteniendo relaciones sexuales con el cantante Ray J, su pareja por entonces. Con el tiempo, la filtración de esa escena privada fue comprada por una productora pornográfica. Y hubo un día en el que no existía mortal que no le hubiese dado al play.
Fue aquí cuando dejaron claro que eso de que 'el fin justifica los medios' iba en serio. Y cuando perdió el juicio por lo que consideraba una vulneración de su intimidad, la Kardashian decidió venderlo. 5 millones de dólares le dieron por él. Lo demás es historia.
El primer golpe de Kris Jenner: convertir a las Kardashian en estrellas
¿Quién es esta tal Kardashian? Se avecinaba culebrón. Y Kris, la mujer que mejor encarna 'la mano que mece la cuna' en esta historia, quiso rentabilizarlo. Tras recibir un consejo de la productora Deena Katz, la empresaria ejecutó su primer golpe.
Crear el concepto de 'personality show', hacer de su familia un reality y colocar a sus niñas (y a ella misma) en la lista de las mayores fortunas del mundo. Pero hasta llegar a ese punto tocaba testarlo, estrenar el formato, tantear a la audiencia y comprobar que aquel día a día televisado había puesto patas arriba el 'star system' mundial. Objetivo cumplido.
Muchos marcan un a.K. (antes de las Kardashian) en el papel couché. Antes las revistas las copaban iconos de la música, actrices de Hollywood, musas de Versace y grandes bastiones del corazón. La primera incursión de Kim, Kourtney y Khloé en este universo hizo que nombres sin oficio ni beneficio -al menos hasta el día del estreno- fuesen lo más buscado en Google de la década. Después vinieron más de 300 episodios, 20 temporadas y otros tantos spin-offs. Todo gracias a unas vidas con demasiados giros de guion que han demostrado ser el sumun de la intensidad.
Hay vida antes de Kanye (y de Tristan Thompson, y de Harry Styles, y de Travis Scott...)
Si Kris, Kendall, Kim, Kourtney, Kylie y Khloé fuesen las actrices principales de esta película de ciencia ficción, los actores secundarios también se llevarían alguna que otra estatuílla. No hablamos de Caitlyn, que se merecía un apartado propio. Hablamos de los muchos amoríos que hicieron que el reality se disparase en audiencia según aterrizó en la cadena E! aquel 14 de octubre de 2007. Antes de que las tramas nos abdujesen, lo primero que enganchó a la audiencia americana era su particular forma de vivir el amor. Y sí, aquí también iban bien de intensidad.
Al arrancar el reality, Kim acababa de romper con Nick Cannon, actual marido de Mariah Carey, a raíz del vídeo con Ray J. Después, y antes de conocer a Kanye West, llegaron Reggie Bush, Miles Austin, Gabriel Aubry y Kris Humphries, su primer marido. 72 días duró su matrimonio, un nuevo hito con el que lograron su récord de audiencia: 10 millones de estadounidenses fueron testigos de su divorcio.
Sus hermanas también siguieron la misma estela. A Kendall se la ha relacionado con Julian Brooks, Chandler Parsons, Justin Bieber, Drake y Harry Styles. Al igual que a Kylie, la menor, que ha presentado en televisión a Ramsey IV, Cody Simpson, Tyga y Travis Scott, con el que hace nada fue madre de Stormi. La que se lió con aquel embarazo a los 20. Pero para estrellas, tres nombres y apellidos: Scott Disick, exmarido de Kourtney, padre de sus hijos y en ocasiones más Kardashian que las propias hermanas; Black Chyna, ex de Rob, el único varón del clan, para la que el calificativo de polémica se queda corto; y Tristan Thompson, última pareja de Khloé, que le fue infiel pocos días antes del nacimiento de su hija True. Una deslealtad que ya se encargaron los propios protagonistas de cebar para el arranque de temporada.
Kylie y Kendall: de niña a la mujer más rica del mundo
En la primera temporada, su aparición era muy de sitcom. Eran dos chiquillas viviendo en un mundo de postureo. Ni siquiera aparecían en los primeros carteles promocionales de esta ficción tan real. Hasta que adelantaron a sus hermanas por la derecha. Después de experimentar una adolescencia complicada, las únicas hijas Jenner pasaron a ser casi más famosas que las Kardashian de pura cepa.
No hace falta hablar de la carrera como modelo de Kendall. Cuando toque repasar quiénes pisaron más pasarela en esta década, ella estará de las priemeras. Y qué decir de Kylie: tras un tiempo algo descentrada, su carrera como empresaria de cosméticos (con su madre siempre a la sombra) la convirtió hace unos meses en la joven americana más rica del momento. Ahí es nada.
De Bruce a Caitlyn Jenner: una intensa lucha por la identidad entre tanta frivolidad
Los vips, se apelliden Kardashian, Rovira, Campos o DeGeneres, ayudan a visibilizar si saben cómo hacerlo. Y cuanta más gente tengas al otro lado para escuchar tu historia, mejor. Eso es así. La temporada 10 de 'KUWTK' pintaba movida. Arrancaba con la familia patas arriba tras el divorcio de Bruce y Kris, el infranqueable matrimonio Jenner. Pero no era hasta el capítulo 140 cuando escuchamos por primera vez el nombre de Caitlyn.
Aquel exmelladista olímpico que había experimentado una segunda fama con el reality anunciaba a su familia (y al planeta) su verdadera identidad. Era una mujer, quería vivir como tal y a los 70 años quería iniciar su transición. Puede que el tema no siempre fuese tratado como se merecía. Que las reacciones de las hijas no fuesen las correctas. Pero que se muestre un proceso como este en horario de máxima audiencia crea referentes.
Caitlyn Jenner hizo historia de la televisión con ese episodio ('About Bruce' se titulaba) en el que se sentó con las Kardashian a contar que había tomado una decisión. Esa portada en la que posaba con un corsé reivindicando su identidad con un claro 'Llamadme Caitlyn' fue un icono para el colectivo. "No soy gay, soy una mujer. La sexualidad es por quién te sientes atraído, la identidad de género está relacionada con quién eres como individuo". Una lección entre tanto gloss que hizo que todo valiese la pena.
Guantazos, rencores y ambición o cómo decir 'te quiero' en idioma Kardashian
Se creó tal iconografía con las Kardashian que cuando las Campos estrenaron su propio personality en esta casa pasaron a ser las Camposhian. No se entendería el concepto sin este precedente. Tras su emisión en Telecinco se habló de malos rollos entre Carmen y Terelu. Y eso era porque no tenían ni idea de cómo se las gastan Kim y compañía. Los malos rollos (peleas físicas, con patadas, guantazos e insultos a la cara) han sido uno de los ingredientes base de su reality. Y ellas encantadas de no ocultarlo. Esto pasa en las mejores familias, dirán algunos.
¿Se acabó?
Y como todo, 'Keeping Up With the Kardashians' ha llegado a su fin. La cancelación era algo que se olía. Especialmente desde que Kourtney dijese 'basta', abandonase la grabación y decidiese abandonar ese ambiente tóxico que generaba dentro del clan estar con un tío cámara en mano persiguiéndolas en cada comida familiar. Hablamos del fin de una era, y si lo es para nosotros, para ellas no hace falta imaginarlo. Ya se han encargado ellas de manifestarlo en su Instagram, donde han llorado -o eso cuentan sus emoticonos- el final de un reality show para enmarcar. Porque si van a hablar de ti igualmente, ¿por qué no vamos a rentabilizarlo? Y ojo, que se han guardado para 2021 la traca final...