Sexalescentes: mucho más que las nuevas abuelas 'influencers'
Cada vez más mayores... y más 'disfrutones'
Viajes, moto, descapotable, compras y mucho ocio. Atrás queda la idea de tomárselo con calma pasada la madurez. "La gente al jubilarse tiene aún unos 20 años más de buena vida por delante. Y se sienten fenomenal y además con tiempo para hacer lo que quieran", explica la socióloga del Barrio. Muchos tuvieron la suerte de ir a la universidad (aunque no todos), algo que la mayoría de sus padres no hicieron, con lo que, y esto sí es determinante en el caso de las mujeres, el modelo de 'madre viejecita' con moño que se queda en casa vestida de negro a mirar por el visillo ya no es una opción real. Los sexalescentes, ellas y ellos, se sienten maduros pero no viejos, sexualmente activos, bellos aún y capaces de reinventarse para cazar al vuelo las segundas (y terceras) oportunidades que la vida les quiera brindar.
Esta tendencia social y demográfica que no hará sino crecer. Si ponemos la lupa en nuestro país, los sucesivos informes del CSIC describen una población cada vez de más edad. Una pirámide que alcanzará su punto más 'gordo' arriba (la cifra más alta de mayores) con la llegada a la jubilación de la generación del 'baby boom' de los setenta. Es decir, casi seguro que estamos hablando de ti también.
Ya hemos dicho que las marcas tienen puesta en ellos su mirada por lo que tienen de consumidores potenciales de moda, vehículos y ocio, pero los sexalescentes también aprovechan su buen estado de forma para venirse arriba en lo laboral, ya sea intentando triunfar en alguno de sus sueños aplazados (que sus obligaciones anteriores no les dejó tiempo para abordar) o incluso lanzándose sin complejos a nuevas aventuras. Uno de los casos más extremos e internacionales Iris Apfel (96), que, tras dedicarse toda su vida al interiorismo para las altas esferas neoyorquinas, debutó a los 84 como protagonista de una exposición en el Met y como modelo de portadas para Vogue. Más de 700 mil personas siguen sus pasos cada día en redes.
Las marcas se ponen las pilas
Las empresas, aunque algo tarde, ya están dirigido su atención a este target, con mayor nivel adquisitivo, más formado e influyente que las generaciones que le preceden. El último ejemplo, es la campaña de Ángela Molina como imagen de la fragancia ÚNICA, de Don Algodón. "Amo la vida cada vez con más pasión", contaba la actriz a los medios, asegurando que se siente en "la joven-vejez". "Lo estoy disfrutando mucho. Hay un mito ahora en torno a cumplir años, los años son los años, la vida es la vida, y generalmente se aprecia todo mucho más con esos años".
Más firmas de moda, conscientes del cambio en el mercado (millenials y sexalescentes), han elegido a modelos mayores para representarles. Es el caso de Calvin Klein, que ha contratado a la modelo de 73 años, Lauren Hutton, para posar en ropa interior. O Vetements, que incluyó a una señora de pelo blanco con abrigo de visón para su desfile de Alta Costura primavera/verano de 2017.
Iconos: arrugas, sinónimo de estilo
En España, José Coronado, con sus 60 recién cumplidos, también está en esa lista de referentes de estilo entrados en años y es imagen de la firma Cortefiel. Otros sexalescentes conocidos son Ana Belén (66), Isabel Preysler (66) y Vargas Llosa (81), María Teresa Fernández de la Vega (68) o Brigitte Macron (64). Aunque ninguno de ellos es activo en redes sociales y las pistas de su estilo de vida las dan en realidad las revistas.
Las redes también son el campo de acción publicitaria de las ya denominadas 'abuelas influencers', que han hecho de Instagram su mejor escaparate y acumulan (muchos) miles de seguidores. Al estilo de Lovely Pepa o Dulceida, te contamos algunos casos:
· Helen Van Winkle, 89 (@baddiewinkle)
Se hizo famosa en internet a los 85 por sus estilismos cargados de color y por su lucha a favor de la legalización de la marihuana terapéutica. Su cita más famosa: "Robándote a tu hombre desde 1928". Está en el top 1 con 3,2 millones de seguidores.
· Lyn Slater, 63 (@iconaccidental)
Su nombre lo indica, 'icono por accidente'. Esta profesora fue confundida con una 'fashionista' durante la semana de la moda neoyorquina y, desde entonces, da lecciones de estilo y de vida desde su blog, considerando la suya como una de esas "vidas interesantes pero ordinarias" que hay que conocer. Tiene 257 mil seguidores y ha participado en campañas para firmas como Mango.
· Beatrix Ost, (76) (@beatrixost)
Apodada por muchos como 'la dama de Instagram', cuenta con más de 49 mil seguidores. Escritora, diseñadora, escultora, productora... Sus pañuelos a la cabeza y sus estilismos no dejan indiferente.
Una fuente de inspiración
No solo triunfan sus propias cuentas, son además el objeto de deseo de otros artistas. Como de la cuenta italiana llamada Sciuragram, que cuenta entre 85 mil seguidores, con iconos de su país como Fedez y Chiara Ferragni. Su creador se llama Angelo, tiene 24 años y vive en Milán: "Soy del sur de Italia y cuando me mudé aquí me quedé cegado por estas típicas señoras milanesas", cuenta a Divinity. "Es imposible que no te gusten. Son feroces, están siempre en el lugar correcto e impecables a su edad. Vamos, todo lo que quiero ser de mayor", explica.
Abrió su cuenta por pasión estética, ya que estudia en realidad biología, y para buscar a sus modelos recorre "las calles, los bares con rollito de la ciudad y los tranvías (siempre viajan en tranvía)". Normalmente le sale bien y las protagonistas de las imágenes que 'roba' están encantadas con la idea de aparecer en su perfil, "solo algunas me han escrito para pedir que quite la foto". Pero aún tiene una asignatura pendiente, sacar una foto a su musa preferida: "Es una señora a la que nunca tengo ocasión de fotografiar, vive en mi barrio. Es preciosa, pero no lo sabe", dice.
Con 215 mil seguidores en Instagram y un blog que ha acabado convirtiéndose en libro, Advanced Style, el fotógrafo Ari Seth Cohen lo está petando. En una de sus últimas publicaciones recogía el testimonio en vídeo de una de esas mujeres de más de 60 cuyo estilo e historia documenta, que haciéndose la pregunta '¿Cuándo está bien ser quien eres?', contaba: "No quiero aparentar otra edad, ni parecer más joven. Quiero simplemente mostrar quién soy. No importa si tengo 60, 70 u 80, estoy bien con mi edad. No necesitamos permiso para vestir como queramos, nadie tiene que decirnos de qué color debemos vestir o lo que está 'permitido' a nuestra edad. Está bien no parecer joven. No hay que tapar las ojeras, ni las arrugas. No quiero estar perfecta, tampoco lo estaba cuando era más joven".
Sexalescentes seremos todos
Quienes ahora llegan a esa edad nada tienen que ver con la anterior generación, que ha vivido sometida en muchos casos. Muchos se siguen considerando incluso revolucionarios, ya que durante los años 60 y 70 reivindicaron movimientos como el feminismo o lucharon contra el racismo. "Las generaciones actuales de mayores no se ven reflejadas en esa etiqueta, reivindican mucho su identidad propia. Cuando cumplen los 65 no dejan de ser las personas que han sido. Un ejemplo es Madonna, cuando le dicen que hace el ridículo vestida a su manera y ella responde: 'He sido una excéntrica toda mi vida, no sé por qué lo iba a deja de ser ahora", explica del Barrio.
"Se está cambiando la concepción de ser mayor y las edades se están diluyendo. La generación de los 40 aún quiere encuadrarse en la categoría de juventud. Y se está desdibujando el modelo de cómo se debe ser a cada edad", concluye la socióloga.