Tamara Gorro, con el motivo del cumpleaños de una de sus sobrinas pequeñas, ha hecho un viaje fugaz de Valencia a Madrid para pasar el día con toda su familia. Al terminar la celebración, la influencer quiso volver a casa de sus abuelos, pasar allí la noche y revivir muchos recuerdos de su infancia. Como ella misma ha explicado, necesitaba la energía que le proporciona dormir con sus "yayos": "A todo el mundo le gustaría tener a sus abuelos y yo no voy a desaprovechar ni un solo segundo con ellos".
Por ese motivo, la influencer quiso compartir una noche junto a sus "yayos". Con la ventana abierta, desmaquillada, con trenzas de raíz y con un camisón de color azul que le ha prestado su abuela, Tamara se metía a dormir en la habitación donde dormía cuando tenía entre 6 y 7 años.
La famosa habitación tiene un gran armario de donde salen tres camas. La presentadora cuenta que a su derecha dormía su tía y a la izquierda su madre. En la pared de donde sale su pequeña cama, continúan pegadas algunas de las pegatinas de muñecos de Disney que la pequeña Gorro ponía y que sus abuelos aún no han querido tocar. Al lado de la cama, una mesilla redonda donde Tamara tiene una botella de agua y un pequeño punto de luz.
"La cama es súper pequeña, pero voy a ser súper feliz esta noche", explicaba Tamara mientras mostraba que los pies se le salían de la cama. "Me espera una noche maravillosa, llena de recuerdos. No hay nada más bonito en esta vida que la familia, porque nunca te deja", decía mientras daba las buenas noches a sus seguidores y se despedía para disfrutar de la noche que tanta ilusión la hacía volver a vivir.
Además, la presentadora se ha levantado y se ha tomado un café en la ventana que, como ella misma cuenta, da al patio en el que jugaba cuando era pequeña.