Desde hace cinco años somos conscientes del calvario que vivió Tamara Gorro hasta que logró convertirse en madre. Nos lo contó durante la pandemia en una entrevista exclusiva para esta web, donde asumió que nos estaba vendiendo una "felicidad que no era". Hasta que dijo basta y decidió quitase "un lastre". "Yo vi llorar a mi marido una vez, por lo mal que lo estaba pasando, y me sentía culpable. Entonces decidí no hacerle sufrir más", contó recientemente, definiendo aquella época como "una pesadilla".
Por suerte, a través de un proceso de gestación subrogada, llegó Shaila. Después, sin esperarlo, la influencer se quedó embarazada de Antonio. De eso hace tres años. Pero tanto ella como Ezequiel Garay, con el que se casó en 2012, apostaron por formar una familia numerosa. El método por el que quisieron tener al que habría sido su tercer hijo era la adopción, para el que se implicaron hasta que vieron una serie de irregularidades que les forzaron a paralizarlo.
El niño al que estaban a punto de conocer (incluso su hija mayor ya le había visto en fotos) era de Uganda. Ya habían pasado los tests psicológicos. Sin embargo, el hecho de que les pidiesen 70.000 euros sin justificación alguna fue definitivo. Así lo ha contado la propia Tamara en una entrevista para la revista Diez Minutos, donde además de contar toda la verdad sobre este traumático suceso ha hablado de lo "dura" que fue su experiencia con la gestación subrogada, algo incomparable con lo posterior.
A los compañeros del medio antes mencionado les ha revelado con naturalidad, esa que tanto gusta a su familia virtual, que su hija Shaila es muy consciente de cómo se produjo su nacimiento. "Ella te lo explica mejor que yo", ha llegado a afirmar. Y de esto tiene una anécdota que lo demuestra: "El otro día la pillé metiéndole una muñeca dentro de la camiseta de su amiga y me dijo que el bebé era suyo".
Lo que le han contado a la pequeña, que ya tiene cinco años, es que "nació del vientre de otra mujer". Eso sí, como el proceso es más complejo de entender para una niña de esa edad, tanto ella como Ezequiel les han dicho (e momento) que la gestante, esa "maravillosa mujer que dio vida a Shaila", era una "amiga".