Es el hombre del momento. Su papel en 'Café con aroma de mujer', el fenómeno seriéfilo de la temporada, ha hecho de William Levy una estrella planetaria. Y los 10 millones de seguidores que le siguen en Instagram así lo corroboran. Nacido en Cojímar, Habana del Este, este cubano que copa las cristaleras de media España tras ser la imagen de unos conocidos grandes almacenes emigró a Estados Unidos en plena adolescencia. Allí se formó en interpretación, las telenovelas comenzaron a quererle entre sus repartos. Y cuando llegó la llamada de Netflix, todo cambió.
Pero este reciente caso de éxito no es lo más interesante en la trayectoria vital de este actor de 41 años. A raíz de su participación en este reboot que arrasa en plataformas, su legión de fans ha querido saber cómo es este misterioso hombre cuando no está delante de una cámara. Fue así como nos enteramos de que ya le habíamos visto antes, concretamente en 'Resident Evil: The Final Chapter', que participó en 'Dancing with the Stars', que fue partenaire de JLo en el videoclip de 'I'm Into You' o que está a punto de encarnar al Conde de Montecristo.
En lo personal, rescatando entrevistas, supimos que no había tenido una infancia fácil. Que su padre le abandonó cuando era un niño. Que en casa había tan poco dinero que tenían que sustituir la pasta de dientes por carbón y bicarbonato. Y que antes de petarlo como actor probó suerte con el béisbol. También (para desgracia de esos optimistas que sueñan con conocer y enamorar algún día a sus ídolos) que estaba casado con Elizabeth Gutiérrez, a la que conoció en 2002 y de la que se ha separado hace cuestión de meses. Y que con ella fue padre joven de Christopher y Kailey, sus dos hijos.
Sobre ellos ha hablado en su primera gran entrevista para la televisión española. Esta se produjo este miércoles, en el programa de Pablo Motos, la oportunidad definitiva para que el público mainstream conociese de cerca a este galán de telenovela que ha paralizado el mundo. Y en ella, después de charlar largo y tendido sobre su vida previa a la fama, William Levy narró uno de los episodios más difíciles de su vida: el accidente que sufrió su hijo.
Fue precisamente mientras rodaba 'Café con aroma de mujer' cuando le hicieron saber que Christopher había tenido un problema mientras conducía un coche eléctrico. "Mi hijo tuvo un accidente y no pudo caminar durante unos meses. Me tuve que ir a trabajar y fue muy difícil para mí", ha contado. "Durante la grabación hablaba con él, pero luego tienes que concentrarte con la escena, tienes que reírte… Es un trabajo muy difícil".
Por suerte, de este suceso ha pasado tiempo y la recuperación de su hijo ha sido un éxito. "Gracias a Dios está bien después de un año y medio. Los doctores pensaban que no iba a volver a jugar al béisbol y ya ha vuelto a jugar", ha manifestado con orgullo, feliz de que esto quedase en un susto.