María Pombo y Pablo Castellano se han convertido en padres por segunda vez. Hace unos días, el lunes de esta misma semana, nacía Vega, su segunda hija. El "complicado parto", que tuvo que ser realizado mediante cesárea y que llegó un mes antes de la fecha prevista inicialmente, llega apenas dos años y medio después de la primera maternidad de la influencer. El matrimonio tuvo a su primer hijo, Martín, en diciembre de 2020. Ahora, tras unos días en el hospital para que madre e hija se recuperasen en condiciones, la familia al completo se ha reunido en casa.

A la salida del Hospital Quirón Salud de Pozuelo de Alarcón, la empresaria revelaba sentirse cansada y, sobre todo, tener ganas de llegar al hogar familiar y poder reunirse con Martín.

Pues bien, ha sido este sábado 24 de junio cuando, por primera vez, los seguidores de la pequeña de las Pombo han podido ver a través de las redes sociales de la influencer a Martín y a Vega juntos, un momento muy esperado y especial por todos aquellos que siguen a través de las redes sociales el día a día de esta familia.

En este vídeo que María ha compartido en sus historias de Instagram, puede verse a Martín asomado a la cuna de Vega y mirando a su hermana desde allí, acariciando también su pequeña manita con mucho cuidado. ¡El pequeño está hecho un gran hermano mayor!

Martin se ha convertido en hermano mayor y esto es algo que le sigue resultando extraño a María, según ella misma ha asegurado en otra de las historias que ha compartido este sábado en Instagram: "Mi primer bebé ha dejado de ser tan bebé y encima se suma el sentimiento de culpa de no poder estar al 100% con él, no poder cogerle ahora que está más mimoso".

El parto de Vega tuvo que ser por cesárea, entonces María ha explicado que se siente mal también por no poder jugar con su hijo mayor, ya que se pasa todo el día tumbada y con Vega encima: "Que ganas de que pasen los días y empezar a ver la luz", ha asegurado.

No han sido días fáciles para la pequeña de las hermanas Pombo. María rompió aguas el pasado domingo de madrugada justo después de haber pasado unos días de viaje. El parto no estaba previsto hasta el día 16 de julio, por lo que la pareja no contemplaba dicha posibilidad por el momento. Su hermana Marta reveló después que no tenían nada preparado y que tuvo que llevarles ella todo lo necesario al hospital.

Días antes, la niña se había dado la vuelta completamente, colocándose de nalgas, como desvelaron sus padres, una circunstancia que probablemente contribuyó a complicar el parto. Aunque Pablo se apresuró en aclarar que madre e hija estaban bien, Pombo mostró recientemente que el posparto no estaba siendo fácil, grabándose entre lágrimas y con la cara visiblemente enrojecida desde la cama del hospital. “Nadie te habla de una post cesárea”, se sinceró.