Besos en la boca con tu hijo/a, ¿por qué crean tanta polémica? Hablamos con un experto

Divinity se ha puesto en contacto con Laura Ramírez Rodríguez, psicóloga infantil y técnico en educación emocional de Aprende y Expresa para que no dé su opinión de experta en torno a esta polémica.

"Es puramente cultural" culmina la doctora Ramírez sobre este asunto. Frente a otras voces de su mismo gremio, como la de Dra. Heather Irvine-Rundle, que consideran desaconsejable esta práctica por la confusión que puedes crear al niño con respecto a los besos en la boca, la psicóloga de Aprende y Expresa explica: "no supone problema alguno para los niños un beso en la boca de sus padres. El concepto erótico de los besos en los labios está solo en la cabeza de los adultos, que tienen un bagaje y unas experiencias, que no comprenden los niños". La connotación sexual de los besos en los labios, por tanto, es la misma que en la oreja o en el pie para un niño…nula.

La psicóloga, incluso, dice que es aconsejable: "es conveniente que sus progenitores se muestren cariñosos con ellos, como sea, porque es una manera de crear un vínculo que les permita crecer bajo el yugo de la seguridad". Les haces sentir protegidos porque estás comunicándole a tus niños que los amas.

Los detractores del pico padre-hijo elucubran sobre el momento en el que hay que dejar de darlos. Laura Ramírez comenta que ellos mismos son los que, "impregnados del contexto cultural y su entorno social, comienzan a dejar de demandarlos. Con lo cual no habría un problema en ese sentido".

También, atacan con la parte insalubre del asunto. ¿Le puedes pegar algo a tu bebé? Los médicos no han concluido que un besito en la boca produzca mayores transmisiones de virus que cualquier abrazo.

¿Puede darse un complejo de Edipo?

En psicología, el complejo de Edipo se refiere al sentimiento de amor que un hijo crea hacia el padre del sexo opuesto, mostrando cierta rivalidad hacia el otro progenitor. Esta definición es usada por los que critican a los papás vips besucones, elucubrando que podrían generar en ellos algún trastorno de este tipo. Laura Ramírez lo niega rotundamente: "el complejo de Edipo no se crea por un beso en la boca, de ninguno de los dos padres". Se deben a otros factores en el niño comienza a darse cuenta de las diferencias sexuales entre los diferentes géneros durante su etapa fálica, y no por una muestra de amor paternal.