Agoney, tras perder a su madre: "Gracias por permitir que haya logrado mi sueño y que ella lo haya visto"
divinity.es
18/04/201814:14 h."Hace siete años, la vida de mi familia y la mía cambió por completo. A mi madre le detectaron cáncer. Una palabra que todos hemos escuchado varias veces, pero que cuando conocemos y le plantamos cara, da realmente miedo... a pesar de todo, ella decidió enfrentarlo y si mi madre ya era mi reina, en ese momento se convirtió en mi Dios y en mi religión", comenzaba la carta.
"Fueron varias las veces que creíamos habernos despedido de ese 'monstruo', pero cada vez que volvía, ella se hacía más grande, su amor se multiplicaba, su sonrisa se ensanchaba, y ¡sus ojos brillaban más! Parece que nada podía con ella... y estoy en lo cierto, porque ella es la real ganadora de la batalla...", confesaba, afirmando con ternura lo luchadora que ha sido siempre su madre.
"Ella, la que nunca se rindió y se hacía más fuerte con cada golpe. La que nos cuidó y nos enseñó con sus actos, no con palabras. La que construyó mis alas para poder volver. Ella... ella es mi madre", decía a la vez que contaba la necesidad que tenía de compartirlo con sus seguidores.
Agoney que se ha llevado el cariño del público con su positivismo y sus mensajes a favor de la libertad, promete volver lo más pronto posible "vestido con la mejor de las sonrisas". "A veces la vida nos pone obstáculos, pero hay miles de razones por las que seguir viviendo, sonriendo y amando. Gracias a todas las personas que han estado conmigo y con mi familia en estos días... ¡Nunca podré devolver tanto amor!", contaba.
Tampoco ha dudado en agradecer a las personas más cercanas todo el apoyo: "Por último, gracias a todos ustedes, por permitir que haya llegado a lograr gran parte de mi sueño, y que ella lo haya visto... GRACIAS".
Tras leer el mensaje, sus compañeros, profesores y seguidores no han dudado en estar con él y mandarle palabras de apoyo y cariño al canario. Nosotros, esperamos ver pronto al chico alegre al que nos tiene acostumbrados. ¡Ánimo, Agoney!