Eugenia Martínez de Irujo ha hablado abiertamente sobre la futura maternidad de su hija, Tana Rivera. La duquesa de Montoro ha acudido a un acto celebrado en Sevilla, donde bajo el marco de la cena de gala de los Enganches, se ha pronunciado sobre esta cuestión.

Su hija en común con Fran Rivera, con quien coincidió durante la velada y demostró una vez más llevarse a las mil maravillas, se enfrentaba a un importante momento. Y es que, la joven, que acudió al evento acompañada por su pareja, tomaba el testigo de su abuela, la difunta Duquesa de Alba, como madrina.

Ninguno quiso perderse este tradicional y emotivo momento del que la hija de la fallecida Cayetana Fitz-James Stuart no dudó en pronunciarse emocionada. "Me hace mucha ilusión", reconoce a los micrófonos de los periodistas mientras explica que Tana luce "unos pendientes" de su madre en un claro homenaje a ella. "Y el domingo llevará una mantilla suya y unos pendientes de corales preciosos de su abuela Carmen", añade.

Feliz y enamorada. Así se ha visto a la joven Tana en esta importante noche junto a Manu Vega. La hija del diestro y de la aristócrata, de 22 años, llevaría saliendo con el empresario sevillano (diez años mayor que ella) desde finales del pasado año. Su relación está cada vez más consolidada; prueba de ello, su presencia en actos tan importantes como la gala de Los Enganches de Sevilla.

No obstante, Eugenia Martínez de Irujo no quiere oír ni hablar de la posibilidad de ser abuela. "¿Yo, abuela? No", dice tajante sobre la idea de que su hija tenga un hijo en un futuro próximo junto a Manu Vega, de quien opinaba recientemente. "No quiero", añade sincera.

No quiero. Quiero que viva la vida. Es super joven y cuanto más tarde, mejor", dice la duquesa. "Es mi consejo. Luego ya, cada uno, que haga lo que quiera. Pero vamos, si fuera yo, cuanto más tarde, mejor", añade.

Eugenia Martínez de Irujo contrajo matrimonio con Francisco Rivera Ordóñez en 1998. Su multitudinaria boda se produjo apenas un año después de que la pareja iniciara su relación y, en el 99, dieron la bienvenida a su primera y única hija en común, Cayetana. En 2002 fruto de sus muchas incompatibilidades y diferencias, la pareja puso fin a su matrimonio.

En la actualidad Eugenia y Fran se llevan estupendamente bien, sin embargo, no siempre fue así. La duquesa de Montoro tenía 30 años cuando contrajo matrimonio y 31 cuando dio a luz a su hija. Ella, que siempre fue conocida por su carácter rebelde e indómito teniendo en cuenta su procedencia, es consciente de lo mucho que cambia un hijo en la vida de cualquier persona. Por este motivo, por el momento prefiere que su hija viva y disfrute de su juventud antes de ampliar la familia.