Sara Carbonero cuenta la verdad de su salida de Oporto para volver a Madrid: "Fue una decisión familiar"
Sara Carbonero e Iker Casillas han comenzado una nueva vida en Madrid tras cinco años viviendo en Oporto
Sara Carbonero ha empezado con fuerza su nueva vida en Madrid. Tras cinco años viviendo en Oporto, y después de que Iker Casillas pusiera fin a su etapa profesional allí, la pareja y sus dos hijos han vuelto a la capital. Este regreso a la que siempre ha sido su casa ha llegado cargado de novedades para la pareja: una nueva casa, nuevos proyectos y un día a día que les “apetecía” mucho volver a vivir. Así lo ha contado la propia periodista en su última aparición ante los medios.
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Una de las primeras novedades es la nueva colección de su propia firma de ropa que ha presentado Carbonero junto a su íntima amiga, Isabel Jiménez. Ambas comenzaron juntas este proyecto hace cinco años y han conseguido llegar a “una etapa muy especial”. “Son tiempos raros, meses extraños, días de dudas e, incluso, de vértigo, pero lo sueños no se cumplen si no mantienes un compromiso con ellos”, escribía la periodista en su cuenta de Instagram.
En la presentación de este proyecto, Sara ha hablado sobre la verdad de su vuelta a Madrid. “Me apetecía. Bueno, nos apetecía porque al final ha sido una decisión familiar”, aseguraba. Con este cambio de ciudad, la periodista y el futbolista dejan atrás un año de su vida marcado por dos momentos importantes y duros: el infarto de miocardio de él y el cáncer de ovario de ella. “Mirar para atrás tampoco me gusta mucho”, ha dicho Carbonero, que está muy ilusionada con su vuelta a la capital.
La nueva vida en Madrid de Sara Carbonero e Iker Casillas
Aunque parecía que sus planes eran vivir de nuevo en su casa de La Finca, el portero confesaba en una entrevista que había comprado una nueva residencia en la capital. “Me la he comprado en la zona de Parque Oeste (Moncloa). Todos mis amigos viven en Móstoles y Fuenlabrada y desde allí hay salida directa a la carretera de Extremadura”, comentó mientras hacía la mudanza y dejaba atrás la casa donde ha vivido los últimos cinco años en la ciudad lusa.
La pareja, que ha puesto en alquiler el chalet donde vivían antes de irse a Portugal, ya está instalada en su nueva casa. Se trata de una vivienda de 300 metros cuadrados que les podría haber costado cerca de tres millones de euros. Una de las curiosidades es que estaría escriturada solo a nombre de Iker, una información que publicaba hace unas semanas la revista ‘Diez minutos’.