Belén Cuesta se ha labrado una gran carrera en el mundo del cine y de la televisión. La sevillana se hizo hace tres años con el Goya a Mejor Actriz por su papel en La trinchera infinita y, en ese momento, cuando subió al escenario, dio las gracias a los directores, a su pareja cinematográfica Antonio de la Torre y “al amor de su vida”. Este amor de su vida no es otro que el también actor Tamar Novas.
Belén y Tamar comenzaron su relación hace casi once años y siempre han intentado mantenerla de la forma más discreta posible. Tamar lleva dedicándose a la interpretación desde 1999, cuando con solo once años fue descubierto por el director José Luis Cuerda cuando realizaba un casting para la película La lengua de las mariposas.
Su siguiente trabajo le vino de la mano de Alejandro Amenábar, gracias a Mar adentro, donde ganó el Goya a Mejor Actor revelación. También, se hizo con el premio de la Unión de Actores y Actrices a Mejor Actor revelación.
Después de esto, ha trabajado en varias series como La Señora o Cuenta atrás. Además, ha participado en el largometraje Los abrazos rotos, dirigida por Pedro Almodóvar, junto con actrices de la talla de Penélope Cruz o Blanca Portillo. También, se ha atrevido a subirse a los escenarios gracias a varias obras de teatro. Entre sus últimos estrenos en la gran pantalla, nos encontramos con Elisa y Marcela, de Isabel Coixet, y Quien a hierro mata, dirigida por Paco Plaza.
Con Belén Cuesta coincidió, por primera vez, con Tamar en la serie Bandolera, donde parece ser que surgió la chispa. Además, los que les conocen apuntan a que los dos tienen el mismo sentido del humor. Aunque han hablado pocas veces de su relación, hace unos años Belén contó una divertida anécdota que le sucedió en el Museo del Prado.
“Hace unos meses fui al Prado con mi chico y era guay porque las visitas estaban muy controladas, poca gente, mucho silencio... y entonces llegamos al cuadro de 'Saturno devorando a su hijo', de Goya, que es un cuadro muy guay. Yo me acerqué, me hice un poco la interesada del arte, a ver la pincelada…”, comentó en un programa de televisión.
Tan metida estaba en su papel de experta en arte que la actriz cuenta que en vez de agarrarse del brazo de su novio, lo hizo de un desconocido. “Estaba absolutamente metida en el cuadro y de repente escucho una risa que no me suena nada. Y miré y me había agarrado a un señor... Estuve un buen rato haciéndole muchos mimitos... Cuando me di cuenta le pedí perdón”, añadió. Tras esto, tanto ella como su chico tuvieron que abandonar el museo debido a un ataque de risa.
Si echamos un vistazo a sus redes sociales, son pocas las ocasiones en las que Belén le declara su amor a Tamar. Aún así, sí que hemos sido testigos de que comparte su amor por viajar. Juntos han disfrutado de diferentes viajes y así lo han dejado ver en sus respectivas cuentas de Instagram.