Las bodas son motivo de celebración y festejos, suelen llegar acompañadas de gran alegría por parte de los novios, pero también de los invitados, que comparten con ellos un momento mágico que recordarán para siempre. Para algunas personas este es un instante lleno de felicidad, pero para otros se convierte en una pesadilla. 

Muchas son las parejas que, tras celebrar el enlace, se separan poco después, no tantas las que, pocos días o semanas antes de la boda, toman la decisión de cancelarla. Los motivos son variados y cada una tiene el suyo, repasamos los motivos que llevaron a estas parejas conocidas a no pasar por el altar.

Celia Vega-Penichet, sobrina de Ana Obregón, ha sido una de las últimas en anunciar que no se casa días antes de su esperado enlace. La joven abogada cancelaba la boda y rompía con su pareja unas semanas antes del gran día, una decisión que aseguraban era “madura y consensuada”, la pareja tomaba caminos separados.

No esperó tanto Natalia Jiménez, vocalista de La Quinta estación, quien anunciaba la cancelación de su boda a pocas horas del gran día. Se habría casado el 13 de marzo de 2009 con Antonio Alcol en una ceremonia civil e íntima celebrada en Madrid, pero no fue así. La pareja cancelaba la boda y ponía fin a la relación. En su momento, aseguró que fue por “cosas de pareja que pasan”.

Tres días antes de la boda, Natalia Verbeke anunciaba que no se casaba con el chef Jaime Renedo, con quien llevaba más de un año de relación. Al parecer, unas imágenes de su prometido junto a otra mujer hicieron que la actriz se replanteara su futuro en 2014. Ocho meses después de la ruptura conoció a su actual pareja, Marcos Poggi.

Se conocieron en los años 80, pero no fue hasta 2019 que Ivonne Reyes y el actor venezolano Gabriel Fernández comenzaron una relación. Tras siete meses juntos decidían casarse, pero a dos días de la fecha señalada comenzaron los problemas. Primero se habló de un aplazamiento, pero pronto quedó claro que se trataba de una ruptura. 

Una situación diferente afrontó David de María, quien cancelaba su boda con su novia y mánager Lola Escobedo, pero tras solucionar los problemas que habían surgido entre ellos, decidían casarse en octubre de ese mismo año, en lugar de en el mes de junio como habían pensado en un primer momento. En 2018, cuatro años después, la pareja anunciaba su divorcio. 

Algo parecido les ha pasado a Jennifer Lopez y Ben Affleck, solo que sus problemas tardaron 20 años en solucionarse. Su compromiso se rompía cuatro días antes de la fecha marcada para su enlace en 2003 y en enero anunciaban el final de su mediática relación. Ahora que se han vuelto a encontrar, no han esperado, y se daban el ‘sí, quiero’ en 2022.

Julia Roberts protagonizó Novia a la fuga, una película que bien podría estar inspirada en su experiencia personal, porque ella canceló su compromiso con Dylan McDermott para irse con Kiefer Sutherland, al que dejó plantado a 72 horas de su boda para marcharse con Jason Patric.

No todas las parejas esperaron a tener la boda organizada para poner fin a la relación. Lucía Villalón y Chicharito rompían su relación y cancelaban sus planes de boda, Esther Cañadas y Vikram Chatwal rompieron el compromiso poco después de anunciarlo y, tras cancelarse el enlace, Mariah Carey vendió el anillo de diamantes de 36 quilates (y unos 7 millones de euros) que James Parker le dio como muestra de su amor.