Carmen Machi es una de las actrices más reconocidas de nuestro país. La intérprete alcanzó la fama en el año 2000 gracias a su papel de 'Aída' en la mítica 'Siete Vidas'. Sin embargo, al igual que otras personas de su mismo gremio, la actriz ha optado por proteger al máximo su vida privada. De hecho, desde hace dos décadas, la protagonista de 'Ocho Apellidos Vascos' comparte su vida con Vicente, con el que no ha tenido hijos.

Tal es así que solo en dos ocasiones han mostrado su relación públicamente. La primera de ellas en 2005 en 'Los bombines de San Isidro' y una década después, en 2015, en la gala de los Goya en la que se alzó con el premio de Mejor Actriz de Reparto. De hecho, entonces no dudaba en acercarse a su chico para fundirse en un romántico beso antes de subirse al escenario a recoger el cabezón.

Como ocurre con muchos famosos de nuestro país que no forman parte del papel couché, sus vidas causan un gran interés entre sus seguidores, como es el caso de Machi, que ha mantenido su vida privada siempre muy blindada. De hecho, en pocas ocasiones ha hablado públicamente sobre su lado íntimio.

Si por algo se caracteriza Carmen Machi, que llegaba al mundo hace 61 años en Getafe, es por su discreción a la hora de hablar sobre su vida privada. En una visita al programa de Pablo Motos, la actriz desveló que su pasión por el cine le viene desde su infancia, algo que le inculcaron en su casa y de lo que hablaba con sus hermanos.

De hecho contó que, aunque no soñaba entonces con interpretar un papel, sí que simulaba con sus hermanos "a los que le gustaba mucho el cine, la gala de los Oscar". Asimismo confesó que también se imaginaba "recogiendo el premio" y dando "un discurso". En el programa citado, la madrileña habló también, entre otros asuntos personales, sobre sus problemas con la alimentación y que de pequeña la comida le daba "asco" y que no empezó a "comer normal hasta los siete años".

En una entrevista concedida a la 'Cadena SER', la actriz también habló hace unos meses sobre sus orígenes familiares: "No soy tirana, pero sí tengo una parte profunda siciliana que aflora". Machi entonces quiso explicar esas palabras y bromeó con que creía que su bisabuelo era mafioso: "Lo que sabemos es que apareció muerto en un hotel de Madrid, con muchísimo dinero y es verdad que se lo habían cargado, pero nos hemos recreado un poco. Lo contamos porque eso nos da a nosotros como que somos especiales".

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