Así es la vida actual de Pedro, hermano de Cari Lapique, en el Amazonas
La familia Lapique está pasando por momentos complicados tras la muerte de Carlos y Caritina Goyanes
Cari ha contado con el apoyo de toda su familia para afrontar estas pérdidas
Antonio Matos, Cari Lapique y Carla Goyanes, juntos por la hija de Caritina: su plan familiar tras la muerte de la empresaria
Están siendo meses complicados para Cari Lapique, que en poco tiempo ha tenido que despedirse de su marido, Carlos, quien fallecía el 7 de agosto. Un duro golpe del que todavía no se había recuperado cuando la vida le asestaba otro, apenas veinte días después era su hija Caritina, quien perdía la vida a causa de un infarto de miocardio. Esta situación ponía a la familia en primer plano, que se mostraba más unida que nunca para poder superar juntos esta complicada situación que nadie esperaba tener que vivir.
Cari es hija de Manuel Lapique Quiñones y Caritina Fernández de Liencres y Liniers, que tuvieron cuatro hijos, que han llevado vidas muy diferentes. Míriam, quien se ha dejado ver junto a Cari y su hija Carla tras los últimos acontecimientos, adquirió una mayor popularidad gracias a su boda con Afonso Cortina de Alcocer. El resto de hermanos son menos conocidos, llevando una vida más anónima y privada, aunque no menos interesante, tal y como sucede con Pedro, que tiene tras de sí una historia de superación personal.
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Pedro, hermano de Cari Lapique, en el Amazonas
De los hermanos, no hay duda de que Miriam y Cari son las que más atención mediática han atraído, principalmente a causa de sus matrimonios, pero también por la manera en la que han vivido sus vidas. Podría haber sucedido algo parecido con su hermano Pedro, pero hace años cambió de vida de manera radical, encontrándose a sí mismo durante un viaje al Amazonas.
Fue en el sur del Amazonas, donde no solo es complicado llegar, sino que tampoco es nada sencillo ser aceptado, donde Pedro se encontró a sí mismo, dejando atrás una vida de adicciones y excesos. Allí logró apartarse del ruido y también superó hábitos nada saludables, encontró una pequeña comunidad brasileña donde fue aceptado y donde también encontró el amor.
En el año 2002 conoció a Iracema Gregorio de Melo, la mujer con la que ha tenido tres hijos, Manuel, Christian y Leticia. No es habitual que hable para los medios, pero de su experiencia y de su nueva vida habló en el año 2006 para El Mundo, donde confirmó cómo en Cielo de Mapia había encontrado su lugar, aseguró que se había ganado el respeto de los habitantes de la zona, que se referían a él como “el hombre blanco con dinero que ha dado trabajo y ayudado a esta comunidad”. Aquí es donde se instaló la pareja después de haber estado viviendo en otros lugares, como Río de Janeiro. Iracema echaba de menos su casa y por eso regresaron, instalando su hogar en una colina.
En esta misma entrevista señaló que sus problemas de adicción tuvieron origen durante la movida madrileña, una época que le pilló muy joven, y que no había sido capaz de superarlo hasta que si vida cambió. También explicó que, si bien no es habitual poder verse con sus hermanas, siempre que lo hacen es en España, y describió la relación entre ellos como “muy buena”.
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