Las décadas de trayectoria profesional de Ana Obregón en el mundo del espectáculo patrio han permitido al público conocer bien a la actriz y su vida personal. También a su familia, el clan Obregón, el principal apoyo de la presentadora a lo largo de su carrera y de su recorrido vital, que han permanecido a su lado en los buenos y los malos momentos. Así, con el tiempo hemos podido poner nombre y cara a varios de los miembros. Entre ellos, Celia Vega-Penichet, su sobrina e hija de su hermana Celia, que estaba tremendamente ligada a Aless Lequio. En las últimas horas, Celia se ha abierto sobre la difícil situación que ha atravesado.

En una publicación en su perfil de Instagram, la abogada se ha sincerado con respecto a cómo ha vivido las fiestas navideñas en las que, según su tía, planeaba reunirse puntualmente todo el clan para disfrutar de alguna comida. Celia ha reconocido haber pasado estas últimas semanas descansando y rodeada de los suyos. "El pasado año y medio ha sido duro", ha escrito, queriendo destacar algo positivo: "el inmenso valor de sentirse bien", ha asegurado, reivindicando el valor del cuidado de la propia salud "mental y física" más allá de la disciplina y el trabajo.

La madrina de Ana Sandra no ha entrado en demasiados detalles sobre su situación en el texto. "Ha sido realmente frustrante no tener un diagnóstico, constantemente preocupándome sobre qué le pasa a mi cuerpo, pero he aprendido a centrarme en lo puedo controlar", ha explicado sobre lo que le ha sucedido. Celia afronta el 2025 con optimismo, según sus propias palabras, y admite que reconectar con lo que disfruta y le hace feliz es crucial en el proceso. "¡Jugar y divertirse también importa!", ha añadido, recibiendo mensajes de cariño de sus seguidores y personas cercanas.

Lo cierto es que no son muchos los detalles que se conocen con respecto a ese último año y medio al que Vega-Penichet se refiere en su publicación. En este tiempo la hemos visto, por ejemplo, disfrutar junto a su familia, de la boda de su primo Juancho García-Obregón este verano en Asturias, ausentándose unos meses antes en el enlace de su otro primo, Javier García-Obregón el pasado mayo por motivos de trabajo. Su vertiente profesional ha ocupado buena parte de su tiempo, atendiendo a su actividad en redes, en las que recientemente hablaba de la ausencia de su padre.

La novedad personal más mediática en la vida de Celia tiene que ver con la cancelación de su boda, que trascendió a la crónica social en mayo de 2023. Lo hacía en el último momento, a apenas semanas de contraer matrimonio con su novio de entonces, Julio Jiménez Blanco, en Mallorca. Su entorno deslizó entonces a los medios que la ruptura de la pareja había sido amigable, y, pese a su habitual discreción, ella misma confirmó a la revista ¡Hola! que estaba atravesando un momento complicado. Todo, apenas unos meses después del nacimiento de la pequeña Anita, a la que amadrina junto a Giaccomo Ugarelli, y de la que será responsable en un futuro.

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