Era el año 2003 cuando Melendi llegó a nuestras vidas con el disco 'Sin noticias de Holanda'. El asturiano, que antes de cantante había sido una promesa del fútbol, se hacía un hueco en la industria musical y alcanzaba un notable éxito con unas canciones en las que mezclaba flamenco y pop. Una música que se ha convertido en banda sonora de toda una generación que recuerda al cantante con una imagen muy distinta a la que luce actualmente. 

En aquella etapa, Melendi, que tenía tan solo 24 años lucía piercings y llevaba rastas, las cuales serían su seña de identidad durante los primeros años de su carrera. El artista se presentaba ante su público con una imagen fresca y rompedora que ha evolucionando. Con el paso de los años y tras un incidente que marco un antes y un después en su vida, se quitó las rastas y ha ido atravesando por diferentes etapas estéticas. 

En noviembre de 2007 tenía lugar el episodio más controvertido de la vida del cantante durante un vuelo en Madrid con destino México. Tras el despegue, el artista, quien supuestamente estaba en estado ebrio, protagonizó una altercado con al tripulación del avión, que finalmente regresó al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas tras dos horas de vuelo. Cuando la aeronave tomó tierra, Melendi fue detenido y posteriormente puesto en libertad tras prestar declaración.

Este hecho marcó profundamente al cantante, que reflexionó profundamente sobre lo sucedido y sobre su vida. Una reflexión que finalmente le llevó a adoptar un cambio de actitud al completo. "Fue el punto de inflexión para tomar la decisión de cambiar mi vida", le contó a Risto Mejide en 'Chester', donde además aclaró que no agredió a nadie como se dijo en su momento. "No voy a decir que volvería a hacerlo pero sí que me influyó positivamente", ha dicho el cantante en alguna ocasión.

Melendi empezó a afrontar la vida de otra manera y experimento un evolución personal que se vio reflejada en su imagen. Se quitó los piercings, se cortó las rastas y se dejó una melena con flequillo. Una imagen renovada que marcaba el comienzo de una nueva etapa en su vida.

"Estoy en un momento más serio, estable y calmado", decía en una entrevistas en 2008 el artista, que también evolucionó musicalmente y regresó a los escenario con un nuevo sonido mucho más rock con temas como 'Barbie de extrarradio' o 'Marco es un canalla', una canción dedicada a su segundo hijo, Marco, quien parece haber heredado la vena artística de su padre y ya ha hecho sus pinitos sobre un escenario.

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