Aunque ha ido creciendo con el tiempo, sobre todo gracias a su relación con Cristiano Ronaldo, la familia de Georgina Rodríguez no es demasiado extensa, pero en ella tiene un lugar destacado su hermana Ivana, que siempre ha sido su compañera de batallas, su confidente y su roca. En ella se ha apoyado en los momentos complicados y junto a ella ha celebrado los buenos, algo que ha sido recíproco, porque Ivana también encuentra en Gio a una de sus mejores aliadas. 

Eso explica que siempre que puedan pasen tiempo juntas, algo que era sencillo cuando ambas vivían en España y que parece que no es imposible desde que ya no es así. Mientras que Georgina no ha dudado en hacer las maletas y seguir a su pareja allí donde su carrera deportiva le ha llevado, Ivana lleva una existencia más tranquila, asentada junto a su pareja y sus hijos en el norte de España. 

Para las hermanas Rodríguez parece que la distancia no es un problema y no les da pereza atravesar los kilómetros que las separan si eso implica poder pasar tiempo juntas, poder abrazarse y compartir confidencias e historias. No son pocas las veces que se ha visto cómo Ivana acompañaba a su hermana en algunas de sus aventuras, pero a Georgina tampoco le cuesta hacer las maletas y viajar hasta Gijón, Asturias, donde su hermana vive al lado del mar. 

La mayor de las hermanas ha encontrado en Asturias su hogar y ahí ha comenzado su familia junto a su pareja, el escultor y pintor Carlos García, con quien mantiene una relación desde 2018. Ivana daba a luz en 2019 a una niña a la que llamaba Deva, la primera hija en común de la pareja (él ya era padre fruto de una relación anterior). En el verano de 2024 ampliaban la familia y daban la bienvenida a su segunda hija, Dafne. 

Carlos es un reputado artista que ha conseguido que su obra sea reconocida, así como su talento. De hecho, los reyes Felipe y Letizia cuentan con algunas de sus obras en casa. Es también el escultor de cabecera de Cristiano Ronaldo, con quien mantiene una gran amistad, por lo que todo queda en casa. 

La pareja llevó su romance con la máxima discreción, no confirmando que estaban juntos hasta que sintieron que era el momento de hacerlo a través de las redes sociales, compartiendo sus sentimientos y las ganas de estar juntos. Desde ese momento parece que su relación se ha ido consolidando y la llegada de sus dos hijos solo confirma lo que ellos ya se habían escrito en Instagram. 

En Gijón parecen estar viviendo un dulce momento ambos, rodeados de sus seres queridos y amistades a las que consideran familia. Un lugar que han convertido en su hogar a base de amor y perseverancia y donde pueden disfrutar de la naturaleza y de los paseos junto al mar todo el año, algo a lo que parecen ser muy aficionados, solos o en familia. 

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