Es una de las actrices más reconocidas de nuestro país y se ha convertido también en uno de los rostros televisivos más populares por su colaboraciones en varios programas en los que ha hecho siempre gala de su espontaneidad y su gran sentido del humor. Candela Peña lleva tres décadas dedicada al mundo de la interpretación y ha cosechado grandes éxitos tanto en cine como en televisión. 

Debutó en la gran pantalla de la mano de uno de los grandes cineastas de nuestro país, Imanol Uribe. 'Días contados' fue su plataforma de lanzamiento y desde ese momento, aunque ha habido baches, ha participado en 37 películas y 6 series de televisión, alcanzando un notable éxito. Ha ganado tres premios Goya (2004,2006 y 2013), un Fotogramas de Plata (2005), 6 Premios de la Unión de Actores (2003, 2005,2012, 2016, 2020 y 2022) y un Premio Feroz (2020) entre otros galardones. 

Pero más allá de este éxito profesional, Candela se ha convertido en los últimos años en una de las actrices más queridas por los espectadores. Cuenta anécdotas como nadie, no tiene pelos en la lengua y aunque tiene carácter, tal y como mostró en la gala de los Premios Feroz, cuando se molestó con la prensa por el desplante que la hicieron con la llegada de Miguel Bernardeau, su cercanía y humildad en cada una de sus apariciones le han granjeado el cariño del gran público. Sin embargo, detrás de toda esa cercanía y aparente trasparencia, Candela oculta un gran secreto. Si pensabas que lo sabías todo sobre la actriz estás muy equivocado. Candela no es Candela. 

Aunque todos la conocemos como Candela Peña, la protagonista de 'El caso Asunta', 'Princesas' o 'La boda de Rosa' no llegó a este mundo con ese nombre. Nacida en  Gavá (Barcelona) el 14 de julio de 1973, sus padres, Antonio y Pepa, de origen andaluz y murciano, la bautizaron con el nombre de la patrona de Zaragoza. Candela realmente se llama María del Pilar Peña Sánchez. Eso sí, en su barrio, tal y como ella misma ha contado en alguna ocasión la llamaban Pili 'la del Frankfurt', en referencia al bar que regentaba su padre. Un local ubicado junto al Cine Maragall, el único cine del pueblo y en el que Candela pasó su juventud. 

Sin embargo, cuando empezó a estudiar teatro en su pueblo hubo cierto cachondeo con su nombre. "Decían que Pilar Peña no funcionaba nada". Esos comentarios hicieron mella en ella y tras algún tiempo encontró el nombre perfecto por casualidad, tal y como le contó a David Broncano durante una entrevistas. "Un día estábamos leyendo 'La casa de Bernarda Alba' y surgió la frase 'encendieron la candela'. Pensé: '¡Anda, pues Candela Peña sí suena bien!'. Y empezaron a llamarme Candela", rememoró la actriz.  

Aunque siempre ha sido muy discreta sobre su vida privada, la actriz no ha podido impedir que algunos datos de su vida privada hayan trascendido. La actriz es hija de una murciana y un sevillano que llegaron a Cataluña en busca de una oportunidad. Allí se asentaron y se convirtieron en dos personas más conocidas en su barrio puesto que regentaban un bar. Un local en el que Candela conoció la "miseria humana" y donde descubrió que lo que mejor se le daba era contar historias. 

Sus padres fueron su gran apoyo y ella habla sobre ellos con orgullo. Al igual que su hijo, que no llegó a conocer a su abuelo puesto que falleció el mismo día que ella salía de cuentas. No obstante, el pequeño le dio un poco de tregua para que pudiera despedirse de él y enterrarle. Pocos días después llegaba al mundo Román, el único hijo de la actriz que el pasado 31 de octubre cumplió 13 años y ya es todo un adolescente. Un adolescente que su madre ha criado alejado del foco mediático y protegiendo al máximo su intimidad.

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