La carrera en el mundo de la interpretación de David Castillo comenzó cuando solo era un niño, algo bastante evidente porque seguía siéndolo cuando consiguió formar parte del elenco de Aída, la serie con la que alcanzó la fama a nivel nacional. Cuando ese momento llegó, él ya había formado parte de proyectos bastante notorios, dando vida a personajes emblemáticos. 

Castillo ya había salido en su primera película, Cachorro, cuando fue elegido para dar vida a Yihad, uno de los ‘amigos’ de Manolito Gafotas, en la serie del mismo nombre. Basada en los libros de Elvira Lindo que marcaron a una generación, él se encargó de meterse en la piel de este jovencísimo macarra, algo bastante curioso, puesto que su personaje en Aída también tenía bastante de macarra. 

A pesar de todo esto, fue gracias al Jonathan que consiguió que su rostro fuera conocido en todas partes, consolidando una carrera que no ha dejado de lado a pesar de que ahora también tiene otra profesión que parece entusiasmarle y que es un tanto curiosa, no por la persona que es David, sino por el personaje con el que es imposible no asociarlo y que retomará en la película que se está preparando. 

Castillo parece tener claro que la interpretación es una parte fundamental de su vida, es la profesión a la que ha dedicado toda su vida, lo que no quiere decir que sea su única inquietud. Cuando comenzó a trabajar en Aída, él tenía 12 años, pero ya llevaba cuatro años de carrera, tal y como comentaba durante una entrevista en El sentido de la birra, donde también quiso dejar claro que esta experiencia fue bonita, pero no fácil. 

“Al principio era como un juego, pero en mi adolescencia yo lo empecé a llevar peor, porque yo quería hacer cosas de adolescente. Al final yo no iba a clase y empecé a sufrir mucho con eso”, explicó en el pódcast. Cuando la serie termino, David tenía 23 años. “También me ha hecho disfrutar mucho y me ha hecho estar donde estoy ahora y tengo cosas maravillosas gracias a esto también. No reniego de eso, pero he estado en un ambiente que no es el más idílico y no sé si es lugar para un niño”. 

Tal vez no fuera el lugar para el David niño, pero es el lugar en el que sigue estando ahora que es un adulto, porque ha seguido trabajando. Tras el final de Aída, fichó por Amar es para siempre, donde permaneció más de 200 capítulos. También ha participado en El Cid o en La última, la serie protagonizada por Aitana y Miguel Bernardeau. 

A pesar de estar centrado en esto, no ha dejado otra de sus pasiones de lado, y es que David, que ahora tiene 32 años, también es poeta. En 2023 publicó el poemario Piedra de madera, un poemario que explora las relaciones humanas y en el que la naturaleza tiene un protagonismo extra. 

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