Alejandro Sanz es uno de los músicos más queridos y valorados, tanto fuera como dentro de nuestras fronteras. Así, el madrileño se ha forjado una extensa carrera en el mundo de la música y ha compuesto grandes himnos que pasarán a la historia como la banda sonora de nuestras vidas. Lo cierto es que poco ha cambiado desde que conocimos a un jovencísimo Alejandro Sanz hace más de veinte años. Él sigue siendo fiel a su esencia, a su voz rasgada y a sus canciones con significado y de esas que llegan al corazón -incluso a los ‘partíos’-.

Eso sí, aunque él no ha cambiado, su vida sí que ha dado un giro de 180 grados. Cuando era joven su único deseo era encontrar un trabajo que le permitiera poder llegar fácilmente a final de mes. Así, una de sus ilusiones era convertirse en tapicero, algo que había heredado de su padre. Pero, ahora, su realidad es muy diferente. Se recorre país en país, disfrutando de los mejores escenarios y siempre de la mano de sus cuatro hijos, Manuela, Alexander, Alma y Dylan, que se han convertido en su mayor pilar.

Alejandro Sanz siempre había sido un apasionado de la música, algo que había mamado en su casa. Es por eso que, cuando era muy joven, comenzó a componer sus canciones. Eso sí, siempre las guardaba en un cajón, entendiendo que aquello de la música era un hobbie más. A los siete años empezó a tocar la guitarra y, después, a los diez comenzó a componer sus propias canciones. Su carrera no comenzó hasta finales de los 90, cuando publicó su primer disco, Los chulos son pa’ cuidarlos. Lo hizo bajo el seudónimo de Alejandro Magno y, además, se le podía ver a él ataviado con un chaleco torero con chorreras.

El disco fue de estilo techno-flamenco, contenía diez temas y no se hizo publicidad de él. Es más, si ahora quieres encontrarlo en cualquier tienda o, incluso, en internet, probablemente sea muy difícil. Alejandro Sanz nunca habla de este primer disco y mucho menos podemos encontrar su nombre en su página web. Parece ser que el cantante no quedó demasiado contento con el resultado. Su despegue musical no llegó hasta 1991 cuando firma con una de las mayores productoras internacionales y graba un nuevo LP.

En un principio, pocas personas creían que el disco iba a ser un éxito, debido a que las letras eran demasiado complejas y no encajaban muy bien con los jóvenes de la época. Pero, para sorpresa de todos, el disco fue todo un bombazo y se mantuvo durante semanas en el primer puesto de todas las listas. A finales de 1992, Alejandro viajó hasta Londres para seguir con su carrera y grabó en colaboración con artistas como Paco de Lucía. Su primer éxito, Corazón partío, llegó en 1997 y se mantuvo hasta 70 semanas entre las canciones más escuchadas.

Así, Alejandro se iba convirtiendo en toda una estrella musical. También, el cantante se convirtió en todo un ‘sex symbol’ y, por eso, tampoco le faltaban pretendientas. Es más, cuando comenzó a hacerse famoso, sus fans acudían a la puerta de la casa donde vivía con sus padres y era su portero el que tenía que organizar a sus seguidores para que todos consiguieran un autógrafo. El 30 de diciembre de 1999 se casó con la modelo Jaydy Michel en Bali, aunque su matrimonio no fue reconocido legalmente.

En 2001 nació la única hija de la pareja, Manuela. En diciembre de 2006, el cantante reconoció la existencia de un hijo, Alexander, que había tenido con una diseñadora puertorriqueña tres años antes, mientras él estaba casado con Jaydy. En mayo de 2012 contrajo matrimonio con Raquel Perera y, un año antes, habían tenido a su primer hijo, Dylan. En julio de 2014, la feliz pareja dio la bienvenida a la pequeña Alma, que nació en Madrid. Siete años después de pasar por el altar, tanto Alejandro como Raquel hicieron público que habían decidido tomar caminos por separado.

Así, comenzaron a protagonizar distintas acusaciones a través de las redes sociales, donde Raquel afirmaba que su ex llevaba meses sin ver a sus dos hijos. Lo cierto es que Alejandro mantiene una magnífica relación con sus retoños. Alexander forma parte de la banda del artista y Manuela siempre ha tenido el apoyo de su padre para emprender cualquier camino. Ahora, Alejandro comparte su vida con la artista cubana Rachel Valdés, que también se lleva a las mil maravillas con los hijos del cantante.