Candela Peña, la plenitud de una estrella a las puertas de los 48: así ha sabido reinventarse la actriz
Candela Peña es una de las actrices más naturales, espontáneas y extrovertidas que tenemos en el panorama nacional.
Llegar hasta donde se encuentra no ha sido nada fácil y ha tenido que luchar y reinventarse.
Ahora, a las puertas de cumplir 48 años, la actriz ha encontrado su lugar; ha sido ganadora de tres premios Goya, ha creado su propia serie y triunfa como colaboradora.
Candela Peña es una de esas actrices de las de ‘estar por casa’. De las que con su amabilidad, simpatía y su carácter guerrero hacen que el espectador se sienta cómodo y, sobre todo, representado. Así, en cada papel, consigue que la historia de las mujeres que interpreta traspase la pantalla y vaya mucho más allá. Ahora, Candela Peña se encuentra en uno de los mejores momentos de su vida. La actriz ha alcanzado la plenitud, tanto en su plano personal como en el profesional.
A sus casi 48 años, Candela se ha convertido en una actriz insustituible, estando nominada hasta en ocho ocasiones en los premios Goya, arrasando con una nueva serie, en su papel como colaboradora y, también, escribiendo su propia serie. Pero, ¿qué es lo que ha conseguido Candela en sus más de 25 años de carrera?
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Quiso dedicarse al mundo de la danza
María del Pilar Peña, su verdadero nombre, nació en Barcelona el 14 de julio de 1973. Sus padres, Pepa y Antonio, de origen andaluz y murciano, regentaban un bar muy cercano al único cine que existía en su pueblo. Así, la joven pasó mucho tiempo en el establecimiento familiar y, por eso, también, se pasaba alguna que otra vez a la sala de cine, donde hacía maratón de películas. Eso sí, en un principio quiso ser bailarina e inició sus estudios de danza, dedicándose al baile hasta los 17 años.
Antes de cumplir la mayoría de edad encontró su camino
Finalmente, se decantó por la interpretación y con 21 años apareció en Días contados, de Imanol Uribe. Fue a principios de los años 90, después de que probara suerte en el Centro Andaluz de Teatro y terminara sus estudios en la Escuela de Nancy Tuñón en Barcelona. Antes de grabar el largometraje había decidido cambiar su residencia a la capital de España, a Madrid.
Gracias a este papel Candela ganó su primer Ondas en 1994. Aunque eso sí, su salto a la fama no se produjo hasta que Icíar Bollaín le propuso el papel de Trini en Hola, ¿estás sola?, una road movie que hizo que se posicionara dentro del cine español.
Tras esto, Candela se hizo con los papeles más intensos y arriesgados y una de sus interpretaciones favoritas ha sido La boda de Rosa, donde da vida a una mujer, que se encuentra en la cuarentena, que decide tomar las riendas de su vida y casarse con ella misma, una decisión arriesgada y difícil. Este papel le sirvió para estar nominada a los Goya 2021, aunque finalmente no logró alzarse con el cabezón.
En ese camino ha vivido momentos muy complicados
Aunque eso sí, uno de sus pasos por estos premios más conocidos fue cuando recogió su tercer Goya en 2013. Fue en ese momento cuando aprovechó para hacer un llamamiento a los políticos y productores de este país. “Hace tres años que no trabajaba. En estos tres años he visto morir a mi padre en un hospital público donde no había mantas para taparle y le teníamos que llevar el agua [...] En estos tres años ha nacido un hijo de mis entrañas y no sé qué educación pública le espera. En estos tres años he visto gente sin trabajo que se mata por no tener casas. Esta alegría no me la amarga nadie. Os pido trabajo, tengo un niño que alimentar”, apuntó en su discurso.
Ha sabido cómo reinventarse
En estos últimos años, Candela ha sabido reinventarse, creando series y participando como colaboradora estrella en varios programas de televisión. "Ha sido un empujón de alegría. Lo que ha pasado es que la gente pensaba que yo era una rancia. [...] Ahora la gente me está viendo como soy, [...] y me estoy llevando muchas alegrías porque la gente piensa de mí cosas más bonitas que antes”, explicaba la artista en una entrevista.
Candela siempre ha hecho gala de su espontaneidad y de su naturalidad, pero, esa “combustión rápida” también ha hecho que le pase factura. “Me lo tengo que tratar, y me lo trato. Ahora no voy a terapia (psicológica) porque ando mal de pasta y le debo mucho a mi madre, pero volveré”, contó Candela.
Respecto a su vida personal, Candela es madre de un niño, Román, fruto de su relación con el que fue su entrenador físico y pareja, Antonio. Lo cierto es que el pequeño se ha convertido en su gran apoyo en estos últimos años, ya que según ha contado ella misma, cuando cumples 40 años, “a no ser que seas el pibón de los pibones, el cine deja de llamarte”.
A pesar de todos los obstáculos que ha tenido que sortear, Candela está muy satisfecha con su trayectoria, algo que le hace completamente feliz y, probablemente, a lo que estaba predestinada a dedicarse.