J.Lo, Gigi Hadid y otros vips, denunciados por subir fotos de los paparazzi a sus redes
A un famoso/a le pilla un paparrazzi por la calle y le hace una foto. El protagonista se topa con la foto por Internet o en sus clubes de fans y decide subirla a sus redes sociales porque le gusta cómo sale: así como "rollo casual" tipo robado de influencer. Días después el famoso se encuentra con una sorpresita en su bandeja de entrada del mail (o a través de sus abogados): el autor de la foto le demanda. ¿Es esto posible? Pues parece que sí.
Según ha informado Buzzfeed News, algunos famosos han sido denunciados por las agencias de foto por haber subido a sus redes sus fotos sin mencionar ni siquiera la autoría y sin pagar, claramente, sus derechos de uso (la principal fuente de ingresos de los paparrazi).
La última envuelta en esta polémica ha sido Jennifer López quién fue demandada después de publicar una foto en sus Stories (¡no se libran ni los Stories!) en la que salía con una blusa a rayas y pantalones de talle alto que fue tomada por el fotógrafo Michael Stewart y que acompañó con el texto ‘Hoy fue un buen día’. Pues no fue buen día en cambio para Stewart, ya que se enfadó porque había registrado la foto en junio y se quejó de que ni la cantante ni nadie de su equipo le habían pedido permiso para usarla. El fotógrafo demandó a la cantante y a su productora, Nuyorican Productions, por infracción de derechos de autor. Total, que él quiere todos los “beneficios” que ella obtuvo de la foto y puede reclamar hasta 150.000 dólares por "daños".
Prevalece el derecho de autor sobre la celebrity
Aunque parezca que haya algo sobre la propiedad intelectual que nos supere en esta historia ya que el que hace la foto es autor de la obra pero el que sale forma parte de la misma, los expertos legales afirman que los derechos de autor favorecen a los fotógrafos.
Bryan Sullivan, abogado especialista en entretenimiento ha declarado a Buzzfeed News que es el fotógrafo el que posee los derechos de autor de la foto y no importa quién esté en ella: “El sujeto de la foto no tiene ningún derecho sobre la foto, siempre que se haya tomado en un lugar público", aclara.
Eso sí, los famosos también podrían argumentar que los paparazzis se benefician de ellos, aunque la mayoría prefiere resolver este problema mediante algún acuerdo u optan directamente por contratar a sus propios fotógrafos.
Otras afectadas: Khloe Kardashian, Jessica Simpson o Gigi Hadid
Aunque parece que Kim también domina esta técnica no ha sido denunciada (que sepamos), pero su hermana Khloé Kardashian sí y en 2017 fue demandada por infringir los derechos de autor después de usar sin el permiso del fotógrafo una foto en la que salía ella yendo a cenar a un un restaurante de Miami. Khloé admitió que vio la foto en un sitio web de fans y la publicó.
Jessica Simpson también fue demandada en enero del año pasado después de que publicase una foto suya saliendo del Hotel Bowery en Nueva York. El fotógrafo dijo que solo había licenciado la foto para uso limitado al 'Daily Mail' cuando Simpson la publicó en su cuenta de Instagram, que tiene 4 millones de seguidores. Además, después alguien del equipo de la cantante la compartió también a sus 7 millones de seguidores de Twitter.
Pero la cosa no queda ahí, 50 cent, Gigi Hadid o Black Chyna también han tenido otros encontronazos de este tipo. En el caso de Hadid, la modelo compartió el pasado octubre en su Instagram un post en el que explicaba cómo ella y otras celebrities sienten que los paparazzis invaden su privacidad cada vez que salen de casa llegando a sentirse “acosada” por ellos y en la que explicaba por qué había sido demanda por publicar una foto suya en su cuenta de Instagram.
En el escrito, la modelo se quejaba del absurdo de que alguien la hubiese denunciando por subir una foto suya que encontró en Twitter (no citó los créditos de la imagen por lo que el paparazzi reclamó ser indemnizado) y que ya se había vendido a los medios: “Al paparazzi. Entiendo que esta es la forma en que te ganas la vida y que es algo que tengo que aceptar con mi trabajo. Pero hay una línea. Todos somos seres humanos, y a veces se necesita mucho coraje para empatizar con vosotros por el resentimiento que siento por las partes negatividad de estas experiencias”.