Luis Figo ha sido y es una de las personas más influyentes dentro del fútbol español. En el año 2001, cuando era jugador del Real Madrid, contrajo matrimonio con la modelo sueca Helen Svedin, convirtiéndose en una de las parejas más envidiadas y estables del panorama internacional. De su matrimonio nacieron tres niñas: Daniela, Martina y Stella, que ahora cuentan con 21, 18 y 15 años, respectivamente.

Lo cierto es que tanto Figo como su mujer, Helen, se retiraron hace un tiempo de la vida pública. Aún así, nunca les ha gustado hablar sobre esa parcela tan privada, aquella que va más allá de los balones de fútbol. Así, las tres jóvenes se han criado en un ambiente discreto. Eso sí, cuando cumplieron la mayoría de edad, la prensa se interesó por cómo habían crecido las hijas del futbolista. Además, sus redes sociales también nos han dado una pista de cómo era esta evolución y, sobre todo, de Daniela, la mayor. Pero, ¿cómo ha crecido la primogénita de Figo y Helen Svedin?

Figo y Helen se conocieron a principios de los 2000. Por aquel entonces, él era un jugador de fútbol de lo más reconocido que había pasado por las filas del Fútbol Club Barcelona. Luego, le ficharon en la capital de España. Así, el nombre de Figo era sinónimo de éxito y de buen hacer. Ambos se conocieron porque tenían amigos en común y, además, desde un primer momento, Figo sintió ese flechazo. “Tenía ese algo”, comentó en un programa de televisión.

Además, al ser preguntado por qué fue lo que le enamoró de su mujer, el exfutbolista lo tenía muy claro: “Explicarlo en una palabra sería muy difícil. Es elegante, sensible, sexy, guapa, una gran madre, y lo más importante, es una buena persona”. Tampoco Helen se quedó atrás en halagos y contó con Luis era una persona que siempre le había hecho sentir que estaría ahí para ella y que cuando le conoció le hizo sentir bien. Unas palabras que denotan el amor que sienten el uno por el otro.

De ese amor nacieron Daniela, Martina y Stella. Luis y Helen decidieron criar a sus hijas entre España y Portugal, instalándose en una de las urbanizaciones más exclusivas de Madrid, La Moraleja. Así, la vida de la familia Figo-Svedin siempre ha estado rodeada de lujos, pero eso sí, sus hijas siempre han huido de mostrar todas esas excentricidades en público. La más conocida de las tres es Daniela, que cumplió la mayoría de edad hace tres años y en ese momento fue presentada en sociedad.

En el año 2018, la joven debutó como modelo y, a partir de ese momento, comenzó a protagonizar distintas campañas publicitarias. Eso sí, fue presentada en sociedad dos años antes, cuando participó en el Baile de Debutantes de París, una de las veladas de más prestigio en la ciudad del amor. Para la ocasión, la joven Daniela se decantó por un vestido rosa firmado por Jean Paul Gaultier, dejando clara ya su pasión por la moda. Además, la joven ha sido noticia en las últimas semanas ya que parece que ha encontrado el amor.

Y no lo ha hecho en cualquier persona, no. La hija de Luis Figo estaría enamorada de Beltrán Lozano, un influencer y primo lejano del rey Felipe. Ambos han disfrutado, recientemente, de una mañana de esquí en la estación de Baqueira Beret, donde es muy usual ver a personas de la jet set madrileña deslizándose por sus pistas. Fue a través del Instagram de Beltrán donde pudimos ver ese encuentro. “Me encontré esto esquiando”, comentó el influencer en una imagen donde se podía ver a la feliz pareja.

Además, si echamos un vistazo al perfil de Instagram de Beltrán, donde acumula más de 30 mil seguidores, podemos observar que el primo del rey se lo ha pasado en grande en su viaje a Baqueira. Eso sí, Daniela -que es una gran aficionada al arte-, por ahora, no ha querido subir ninguna imagen junto a su pareja y sí que ha subido a la red social una fotografía donde podíamos ver a la hija de Luis Figo esquiando. Parece ser que la distancia no es algo que esté afectando a la pareja. Él vive en Madrid, donde desempeña su trabajo como actor y modelo, mientras que Daniela estudia Medicina en Pamplona, en la Universidad de Navarra. Esto parece ser que no está siendo un obstáculo para que triunfe el amor.