La benjamina de los Bosé hizo anoche un homenaje al sistema de colores que llamamos Pantone. Todo su look, de pies a cabeza, era una oda al cromatismo extremo: de abajo a arriba, los tacones, el bolso, la chaqueta, las gafas, y sus labios. Todo color, sin concesiones.
Y no podemos menos que agradecer su acertada osadía. Porque nos gusta mucho que la benjamina de los Bosé se lance a convertir su cuerpo en una percha para la explosión de colores en estos tiempos tan grises, de recesión, de recortes, de palidez, en los que cosas tan aparentemente superfluas como el color de la ropa nos pueden hacer estar un poquito más alegres.
Nos divierte que Bimba se decidiera a brillar en una fiesta en la que, como suele pasar en los eventos nocturnos, abundaban los sobrios total black, que innegablemente son elegantes y no suelen hacerte fallar, pero a veces también son aburridos.
En que Bimba fuera el arcoiris de la fiesta de Marc Jacobs tuvieron mucho que ver David Delfín y su colorida colección de primavera-verano 'Katharsis. Al diseñador, que una vez más vistió casi integramente a la modelo, es justo pues que le demos también las gracias por ofrecernos en su nueva colección un halo de ilusión en forma de loco color y formas geométricas.
A él por crearla, y a Bimba la mami que tiene tiempo de acudir a casi todos los eventos diurnos y nocturnos señalados y además de hacerlo radiante, por lucirla y animar la fiesta. Aunque realmente quienes deberían darle las gracias son los asistentes a la fiesta, que además de con su colorida presencia, disfrutaron de su animada sesión de dj hasta altas horas de la noche en en la sala Dos Apolos de Barcelona.