Su actitud carismática y el éxito de las películas que protagoniza han convertido en Will Smith en uno de los actores de Hollywood más reconocidos y cercanos al público. Una naturalidad y positividad en la que camufla algunos de sus traumas. Durante esta cuarentena, su mujer, Jada Pinkett confesaba que había conocido un poco más a su marido: "Para ser honesta, una de las cosas que he descubierto durante estos días es que no conozco nada a Will Smith”. Ahora, el actor le ha concedido a ella una entrevista en el programa de televisión que presenta en Facebook Watch, donde ha confesado cómo sufrió en su divorcio con su primera mujer, las dificultades que ha tenido para criar a sus hijos

Will, sentado en un sofá rojo frente a su mujer, ha recordado su infancia, recalcando que “le encantaba cómo era su familia” pero que el comportamiento que había tenido su padre con su madre, cuando era tan solo un niño, era algo que le había cambiado de por vida. “Él tenía un poco de mal genio y yo era un niño gentil. No era un niño al que tuvieras que abofetear o golpear, así que crecer en un hogar donde había agresiones físicas, eso realmente hirió mi espíritu", explicaba visiblemente emocionado. El actor de ‘Aladdin’ aseguraba que era una herida que no era capaz de cicatrizar, pero que a pesar de todo, en la actualidad no le guardaba ningún rencor a su padre.

El protagonista de ‘El príncipe de Bel-Air’ además ha reconocido que uno de los hechos que más pánico le ha dado en su vida fue cuando con 24 años fue padre de su primer hijo. “Estaba en la cuna y tenía que asegurarme que respiraba y todas esas cosas que hacen los padres. Lloré tanto. Todavía es algo que me emociona” comentaba mientras se le inundaban los ojos. Trey Smith fue fruto de su primer matrimonio con Shere Zampinoo, con quien se había casado meses antes. Su relación con ella duraría tres años más, llegando la separación en 1995. En la actualidad, Trey es dj y vive más alejado de los focos que el resto de sus hermanos.

“No creo que nada me haya afectado tanto como el fracaso de divorciarme de la madre de mi hijo, que entonces tenía dos años (…) Fue lo peor que he vivido en mi vida adulta, fue mi mayor fracaso”, confesaba el actor sobre cómo había vivido la ruptura con Shere. En otras entrevistas, Will ya había contado cómo había llorado en el baño de un bar al darse cuenta de que no podía alargar más la relación que tenían. “Estábamos comiendo en un restaurante en Nueva York y recuerdo que tuve que levantarme de la cena cuando me di cuenta de que no estaba con la persona con la que se suponía que debía estar", explicaba.

Entonces Will decidió seguir el consejo de su padre y separarse también de Trey, con la única finalidad de que la ruptura con su madre no le marcara, aunque finalmente recuperó su relación. Fue por este motivo, para evitar estar ausente también en la vida de sus otros hijos, por el que decidió educar a sus hijos Willow y Jaden en casa. ““Que mis hijos estén conmigo tiene más valor a que estén sentados en clase. En mi caso, la naturaleza de mi trabajo me tiene física y mentalmente distraído así que necesito resarcirlos con mi presencia”, explicaba.

Una educación que derivó a una sobreprotección por parte de Will. Willow sacaba en 2010 ‘Whip my hair’ y en un momento de su gira, ella decide retirarse de los escenarios. Los continuos consejos del acto de que debía seguir con su show, provocó un acto de rebeldía de la joven, que decidía raparse la cabeza. ““Fue una protesta en mi contra. Lo tomé como una señal de los dioses. Me di cuenta que la niña estaba rechazando lo que quería hacer por ella. No lo quería. Estaba llorando, estaba asustada y no iba a hacer algo que no quería”, relataba a Jada en una de sus entrevistas más intimas.