“¿Dónde has conseguido esa copa?”, preguntó una invitada a otra en una pausa de la décima ceremonia de los Premios Platino. “En el VIP de ganadores”, le respondió la afortunada que llevaba en sus manos un drink y causaba la envidia del resto de invitados que esperaba con ansias a que llegara lo mejor de la gala: la after-party. Ese momento de distensión al que la prensa ya no tiene acceso y los artistas dejan su aura de estrellas y se vuelven un poco más humanos.
“El VIP de los ganadores” era un espacio ubicado en la primera planta de IFEMA, decorado con mucho estilo, con sofás y banquetas altas, y una pantalla grande para seguir la ceremonia. Una especie de burbuja dentro de la burbuja de lujo que es una premiación del calibre de los Platino, que cada año reúnen a las figuras más prominentes del cine español y latinoamericano. En este oasis de descanso y charlas pasaban bandejas con algunos snacks, como aperitivo para lo que vendría después, y se servían “Palomas”, una copa especialmente preparada para la ocasión por Don Julio, la marca de tequila que fue sponsor del evento.
Andrea Duro llevó todo su glamour a esa sala y compartió mesa con Jesús Mosquera y su pandilla de amistades. Macarena Gómez aprovechó para descansar un poco, ya que más tarde se convertiría en una de las reinas de la after-party. Susi Sánchez llevó su Platino al VIP, al igual que Ricardo Darín y el homenajeado de la noche, Benicio del Toro, quien no dudó en tomarse unos tragos después de alzar su Platino a la trayectoria.
En paralelo, la ceremonia daba todo de sí, en un verdadero despliegue de espectáculos para rendir tributo a los 10 años de los Premios Platino a la producción audiovisual iberoamericana. Diez años en los que los lazos se han fortalecido a ambos lados del Atlántico para potenciar el cine y las series.
Si no, basta con ver la calidad de las producciones premiadas: 'Argentina, 1985', que arañó el Oscar a mejor película extranjera este año, se llevó el máximo galardón esta noche en la categoría largometraje, y 'Noticias de un secuestro', una producción colombiano-chilena, se llevó el premio a mejor serie. Para España fueron los premios a mejor dirección para Rodrigo Sorogoyen por 'As Bestas', a Laia Costa y Susi Sánchez por sus papeles en 'Cinco Lobitos', y Luis Zahera se convirtió en el mejor actor de reparto.
Los espectáculos musicales se llevaron todas las palmas: Sebastián Yatrá, Blanca Paloma y Lucrecia pusieron a bailar a la platea entera a puro ritmo latino. Hubo vallenato, merengue, salsa y hasta rumba.
Hacia la medianoche y ya con todos los premios entregados, comenzó el desfile hacia el tercer piso de IFEMA, donde tendría lugar la "fiesta de la fiesta". Hubo quienes hicieron cambio de vestuario para estar más cómodos, como la actriz argentina Clara Alonso, que tras mostrarse en la gala con un despampanante vestido rojo, se cambió por un minivestido plisado violeta, en un guiño a la serie que la hizo famosa en España, 'Violetta'.
Blanca Paloma también dejó a un lado el vestido dorado que lució en la alfombra roja y optó por un mono blanco mucho más cómodo para bailar… y vaya si tenía ganas de bailar. En una gran ronda con un grupo de amigas, la representante española en Eurovisión meneó ‘Danza Kuduro’ y mucho reggaetón. Eso sí, cuando sonó ‘Nochentera’ no se la vio en la pista.
Seguramente los más observados de la noche hayan sido Benicio del Toro y Ricardo Darín. Mientras el argentino apenas se asomó a la fiesta, el portorriqueño tuvo un espacio propio, un vip dentro del vip. Allí se lo vio junto al actor Óscar Jaenada y algunos productores de cine. Sin dudas no había mucha diversión en ese sector y quedó abierto para todos poco tiempo después, aunque ya sin la presencia de Benicio.
Cayetana Guillén-Cuervo y Miguel Ángel Muñóz fueron de los más festivos. Hasta bien entrada la madrugada y cuando ya menguaba la fiesta seguían bailando a todo dar. Miguel Ángel causó sensación con su look colorado y se sacó todas las fotos que le pidieron. Rubén Cortada tampoco se quedó atrás aunque se retiró a un horario más prudente.
En tanto, productores como Axel Kutchevasky, el hombre detrás de ‘Argentina, 1985’, casi se olvida el premio Platino a la mejor película en una barra de bebidas distraído por la charla con otras personalidades de la industria, un ejercicio clave que permiten estos premios: intercambiar contactos y buscar sinergias de cara al futuro.
La presidenta de la Comunidad de Madrid asistió a la ceremonia y, aunque llegó tarde para el photocall, se detuvo unos minutos para hablar con Divinity y apoyar los premios Platino: "Sobre todo porque se hacen en Madrid, que es la casa de todos los acentos", dijo.
La influencer deslumbró con un vestido azul claro en la alfombra roja y aunque también llegaba algo tarde, se tomó unos minutos para hablar más que bien de su amigo, Jonan Wiergo, que participa en el reality Supervivientes, de Telecinco.