Por vigésima primera vez consecutiva, Los Ángeles ha vuelto a desplegar su alfombra roja con motivo de los Premios Grammy 2024, que ha tenido lugar el domingo 4 de febrero (la madrugada del 5 en España) en el Crypto.com Arena. Una vez más, el mundo entero ha puesto sus ojos en esta gala tan esperada de la música a nivel internacional y con la que ha dado comienzo a una nueva temporada en la industria. Si por algo se caracterizan estas galas son por las anécdotas y entresijos que recogen las redes sociales en directo y, uno de los momentos más entrañables y sorprendentes lo ha protagonizado Jay Z, quién al recoger su galardón ha estado acompañado por una de las mujeres de su vida y no, no es Beyoncé.

El artista ha ganado el premio a Dr. Dre Global Impact Award, cuya categoría reconoce a los artistas más innovadores de la industria. El intérprete de Empire State Of Mind ha recogido muy emocionado este galardón, aunque no ha querido estar solo en el escenario para recibirlo. Ante la atenta mirada de su esposa, la intérprete de Beautiful Liar, el cantante ha querido que su hija Blue Ivy subiera con él en al escenario. Con mucho orgullo, Jay Z ha tenido este gesto con su hija, que es toda una promesa en la industria musical.

No es la primera vez que la joven tiene tan cerca este galardón. En el año 2021 formó parte de un proyecto junto a Beyoncé, su madre en la canción ‘Brown Skin Girl’, un tema creado para el álbum El Rey León: The Gift, que recibió el premio al Mejor Vídeo en los Grammy de 2021. En ese momento, con tan solo nueve años, se convertía en la segunda persona más joven en recibir este premio tan internacional.

Blue Ivy lleva, sin duda, en su sangre el gen y el don de la música, pues no es la primera vez que sus padres presumen de esta faceta de su primogénita. La joven, de tan solo 11 de años de edad, ya ha debutado en otras ocasiones encima del escenario. Concretamente, la primera hija en común de los artistas se atrevía a acompañar a su madre como bailarina en su última gira mundial: The Renaissance World Tour. La pequeña promesa de la música se subía al escenario de París, bajo la atenta mirada de ochenta mil personas en donde demostró sus dotes como bailarina.