Ocurría algo inesperado en la categoría de los premios a mejor actriz. Las nominadas eran Lady Gaga ('Ha nacido una estrella'), Yalitza Aparicio ('Roma') y Melissa McCarthy ('¿Podrás perdonarme alguna vez?'), Glenn Close ('La buena esposa') y Olivia Colman ('La Favorita'). Y la estatuilla, contra todo pronóstico, era para Coldman por su interpretación de la reina Ana, la última soberana británica de la casa de los Estuardo Olivia Colman.
Pasaban muchas cosas en el patio de butacas tras oir el nombre de Colman. Ella misma, actriz de 45 años para la que era su primera nominación, se quedaba impactada, emocionada, y casi sin fuerzas para subir al escenario a recoger el Oscar. Emma Stone y el director Yorgos Lanthimos, sentados a su lado, la ayudaban a ponerse en pie. Era una de las grandes sorpresas de la noche y que dejaba sin estatuilla a la favorita, Glenn Close, y a la protagonista de 'Roma', posibilidad de la que se había hablado mucho.
Fue entonces cuando Emma Stone se levantó de la butaca, comenzó a aplaudir, se le saltaron las lágrimas y protagonizó la imagen del compañerismo de la noche. Una imagen que ha gustado tanto en Twitter que la han convertido en el viral inspiracional del momento: "Quiero a alguien que se enorgullezca de mis logros así como lo hace Emma Stone con Olivia Colman", decía una usuaria.
El discurso de Colman también contribuyó a la emoción de Stone: "Tengo que dar las gracias a mucha gente. A Yorgos Lanthimos, mi director. A Emma y Rachel, las mujeres más maravillosas del mundo de las que enamorarse y trabajar. Ya podéis imaginar que no me ha costado nada", decía Olman, que también tenía palabras para Glen Close: " "Glenn Close soy una gran admiradora tuya, este no es el desenlace que hubiera esperado", afirmó en la noche en que se prolongaba la maldición de Glenn Close, que se convierte en la actriz con más nominaciones en la historia de los Oscar sin ganar ni una sola vez el premio, hasta en siete ocasiones.
Este año Emma Stone ha sido también protagonista de los comentarios de redes por el vestido elegido para la gala. Con rombos bordados de cristales, marrón y hombreras. Un vestido especial y de inspiración ochentera que firma Louis Vuitton y que ha sido comparado con galletas, gofres y demás.