La astrología oriental defiende que el horóscopo de una persona influye en su vida, porque ayuda a configurar su carácter. De acuerdo con el año de su nacimiento, cada persona tiene asignado uno de los doce animales que conforman el horóscopo chino, que se repiten siguiendo el mismo orden: rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo.

Según cuenta una leyenda, Buda habría llamado a todos los animales de la Tierra y solo se habrían presentado estos doce, que llegaron siguiendo el orden que se continúa manteniendo. No es la única leyenda que busca una explicación a la elección de animales y el orden, otra señala que es por el rey de Jade, quien organizó una carrera de animales y estos fueron los doce primeros en cruzar la meta, siendo escogidos para representar a las doce ramas terrestres en las que está dividido el orden cíclico del calendario lunar.

A cada persona se le asigna el animal que le corresponde a su año de nacimiento (un año que comienza a finales de enero o principios de febrero) y las características de ese animal determinarán algunos aspectos de la vida de esa persona, como su personalidad, fortuna, desgracias o su suerte en el amor. 

Los más desconfiados son la Serpiente, la Cabra y el Gallo, que prefieren proceder con cautela y consideran que la confianza necesita tiempo y trabajo, por lo que no es una cuestión negativa, sino una manera de protegerse y cuidarse antes de poder dar ese paso. Esto no les hace mejores ni peores, porque cada signo tiene sus propias características que les definen. 

Los nacidos en el año de la rata destacan por ser familiares, ahorradores y buenos administradores de su economía, a quienes corresponde el buey se les define como pacientes y tranquilos, son amantes del arte, un poco celosos de su pareja y no les gusta discutir, pero sí que les obedezcan. Quienes nacen en el año del tigre son muy pasionales, independientes, ingeniosos, impulsivos y seductores en el amor. 

El año del conejo da lugar a personas prudentes, afables, previsores y atentos, les gusta la vida tranquila y son muy diplomáticos. Si has nacido en el año del dragón, seguramente seas fuerte y afortunado, pero también son difíciles de calmar si se enfadan. La serpiente define a personas que saben lo que quieren y cómo conseguirlo, son posesivos con su familia y leales, son buenos manteniendo la calma en momentos complicados. 

A los nacidos en el año del caballo les gusta conocer gente nueva, son aventureros, populares y optimistas. La cabra es positiva, creativa y orgullosa, son muy trabajadoras, pero trabajan mejor sin presiones. Los nacidos en el año del mono son sociables, de mente rápida y relaciones conflictivas. El gallo es talentoso, eficiente y ordenado, y romántico en el amor. 

Los nacidos en el año del perro tienen un gran sentido de la justicia y la lealtad, en el amor son fieles, aunque celosos. El cerdo es  honesto, educado y cariñoso, apasionado en el amor y paciente, pero solo hasta cierto punto.

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