El cerco se cierra sobre Asu. Tanto Emir como Kemal están cada vez más cerca de descubrir su identidad. Y si es Emir quien la descubre su vida está en serio peligro. Consciente de los riesgos que supone seguir adelante con su plan, Asu intenta convencer a su tío para dar un paso atrás y entregar las pruebas necesarias a Kemal para que Emir termine en la cárcel y ella pueda continuar con su vida. Él rechaza esta opción. Su venganza está por encima de todo.
Lo que no sabe el señor Hakki es que Asu ya se ha rebelado y está dispuesta a todo por terminar con un plan que le puede costar la vida. Tras darse cuenta de que su tío está más interesado en terminar con Emir que en ponerla a salvo, Asu decide actuar por su cuenta y jugar sucio con su tío.
Aunque durante más de 20 años Asu ha mantenido su identidad a salvo, su sed de venganza la está poniendo en peligro. Sus últimas actuaciones han dado demasiadas pistas a su hermano y a Kemal y ella se ve obligada a dar un paso para frenar al ingeniero y protegerse.