Todas las pruebas apuntan a Kemal. Los restos de sangre en el dormitorio, un corte en la mano, un cuchillo desaparecido de su casa, su anillo aparecido en casa de Asu... y ahora restos de sangre en su coche Eso, unido a que Kemal no recuerda nada de lo sucedido la noche de la desaparición de Asu le hacen parecer el autor material de la presunta muerte de su mujer. Sin embargo, está convencido de que no fue él. ¿Quién le ha tendido una trampa tan perfectamente urdida?