Ha llegado el final. Después de meses buscando al asesino de Ozan, Tarik confiesa. No le queda opción. La autopsia sacó a la luz la verdad. El hermano de Nihan no murió ni por asfixia no por el veneno que le inyectaron, Ozan murió por una fractura de vértebras tras ser colgado. Tarik es el responsable. Aunque lo hizo simplemente para proteger a su hermana, su crimen no puede quedar impune y debe pagar.
Antes de acudir a comisaría, Kemal avisa a Nihan de lo ocurrido. Ella es la primera persona que debe saber la verdad sobre cómo murió su hermano. Aunque sospechaba que su cuñado tenía algo que ver, nunca imaginó que él era el responsable del fallecimiento.
La noticia le cae como un jarro de agua fría. La confesión de Tarik marca un antes y un después en su relación con Kemal. Ya no hay marcha atrás. "Encontré al asesino de Ozan pero he perdido a Kemal. He perdido mi aliento. He perdido mi alma".