El deseo de tener un vientre plano y tonificado es una meta común de muchas mujeres que se preocupan por su salud y apariencia. Sin embargo, en la búsqueda de este objetivo, es fácil caer en la trampa de los consejos de fitness que prometen resultados rápidos y sin esfuerzo. Y aunque el deporte juega un papel crucial en la apariencia de nuestro abdomen, no lo es todo. Pues no hay que olvidar que intentar no lucir ‘tripita’ implica un esfuerzo en diferentes aspectos, ya no sólo a nivel de realización de actividad física adecuada y correctamente pautada, sino también de una alimentación equilibrada y mantener hábitos saludables en general.
A esto habría que sumar la gran cantidad de dimes y diretes que surgen sobre este tema: ‘quemagrasas milagro’, cremas y demás productos ‘detox’ que en la mayoría de los casos carecen de evidencia científica sólida que respalde sus afirmaciones y pueden tener efectos secundarios adversos. Para conocer en profundidad la visión de dos expertos en la materia hemos hablado con expertos tanto del mundo del deporte como de la nutrición, que comparten con Divinity su visión.
La nutricionista Noelia Matés, del equipo de la Consulta de Nutrición Virginia Aguado cuenta que la idea principal de vientre plano desde el punto de vista nutricional es que no se puede perder grasa localizada. “Es decir, por mucho que tú hagas ejercicio de abdomen, no va a suponer que tu gasto energético del cuerpo en esa zona sea mayor o que tu cuerpo vaya a usar ‘combustible’ de esa parte”, comienza diciendo Noelia y explica que la pérdida de grasa se hace de forma global.
“Siempre funciona como un todo. Por eso debes estar en déficit calórico para que se produzca la pérdida de grasa. El organismo va a decidir de dónde va a requerir esa energía que necesita, pero nunca se va a centrar en la zona que tú ejercites. Esos abdominales se van a volver más fuertes, sí, pero si están cubiertos de grasa, hasta que no la elimines no vas a tener ese vientre plano, y esa grasa solo se elimina con déficit calórico”, apunta y hace hincapié en ciertos ‘mitos’ que hay respecto a este tema como los quemagrasas de abdomen, o la maderoterapia. “En este último caso lo que hace es redistribuir la grasa de forma que visualmente parece menos, pero no la elimina”.
Matés afirma que no hay nada como consumir una dieta equilibrada y nutritiva, rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables para reducir esta hinchazón abdominal y promover la salud en general. “Además, debemos evitar los alimentos procesados, ricos en azúcares añadidos y grasas trans”.
Desde un enfoque más centrado en el deporte, la entrenadora Gemi Osorio, del centro 'Pilates y Movimienrto' apunta que, para tener un abdomen plano, hay que saber trabajar los músculos abdominales activando transverso abdominal, oblicuos internos y recto abdominal. “El músculo principal que nos llevará a reducir la cintura es el transverso abdominal, que es un músculo expiratorio. Además de reducir la cintura, tiene un papel fundamental porque protege y da estabilización a la zona lumbar, por lo tanto, a nivel de salud es un músculo muy importante por esto mismo”, apostilla.
Bajo su punto de vista, dentro de los ejercicios más efectivos, recomienda todos los tipos de plancha (frontal, lateral, dinámica…) -ya que con ellas estamos trabajando la musculatura profunda- y aconseja, a la hora de realizarlas, conectar y cerrar la musculatura pélvica y poder así recoger dicho grupo muscular, que en este caso sería el transverso.
“Para reducir la cintura es muy importante aprender a trabajar los músculos internos y la recomendación que más doy en este caso es recurrir al Pilates, pues con este tipo de rutinas se trabaja el ‘power house’. O lo que es lo mismo, todos los músculos de la faja abdominal profunda como el diafragma, el suelo pélvico, los abdominales y los multífidos. Además, si aprendes a trabajar esta musculatura profunda, no solo tendrás un abdomen plano y una cintura reducida, sino que también ganarás mucha más fuerza y salud. Tendrás una espalda mucho más recta y mucha más seguridad a la hora de mover cargas y no lesionarte la espalda”, termina diciendo.
Por su parte, Chema Lope de Toledo, coordinador de fitness de Metropolitan La Solana, incluye, además de las planchas, el puente de glúteos y el bird-dog, muy efectivos. “Además de unos encogimientos abdominales correctamente realizados, acompasando la exhalación y la activación de oblicuos y transversos intentando llevar nuestro ombligo un poquito hacia adentro y hacia arriba, y también de nuestro suelo pélvico al realizar cada encogimiento”.
En resumen, conseguir un vientre plano y tonificado no es algo que se pueda lograr con poco esfuerzo o mediante soluciones rápidas. Requiere un compromiso constante con una dieta saludable, ejercicio regular, descanso adecuado y consistencia a lo largo del tiempo. No hay atajos ni soluciones rápidas.