Adiós a las molestas rozaduras en los muslos: de las soluciones más caseras a las más efectivas
A pesar de que acogemos el cambio de temporada con mucha ilusión esta puede derivar algunos problemas, aunque con fácil solución
Esta es la época en la que comienzan a aparecer las rozaduras en los muslos consecuencia de la fricción entre ellos cuando desaparecen cualquier tejido entre ellas
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Aunque últimamente las temperaturas parecen virar más hacia el invierno que hacia el verano, lo cierto es que no queda nada para la llegada del buen tiempo y en consecuencia para eliminar definitivamente las medias de nuestro armario. Cuando llega el calor nos desprendemos de estas y los vestidos divertidos y con color llenan nuestro armario, pero no es lo único que llega con la nueva temporada. Y es que cada año, en esta época muchas mujeres se enfrentan a sufrir rozaduras en la zona de los muslos derivadas de la fricción que se produce al andar, cuando no hay ningún tejido entre ellos. Algunas mujeres debido a las dolorosas consecuencias de este roce dejan de usar vestidos y faldas y limitan su vestuario de verano a los pantalones.
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Antes de tomar esta drástica decisión, existen algunas opciones que se pueden probar para aliviar esta desagradable consecuencia. Y es que el ingenio de muchas mujeres ha dado lugar a probar soluciones no pensadas para este problema. Pero muchas marcas, conscientes de este problema que limitar la vida cotidiana de algunas personas, han lanzado su propias opciones y entre todas las propuestas, cada mujer ha encontrado su aliado más aceptable.
Una de las soluciones más básicas, que nos puede servir en una situación de urgencia, o si no tenemos un producto específico en casa es el polvo de talco. Este cosmético tiene propiedades absorbentes y ayuda a eliminar el sudor evitando la humedad y de esta forma el roce que es lo que provoca las heridas. Junto a este, también se han utilizando como soluciones caseras como vaselina, crema para el culito del bebé -que al final persigue el mismo propósito: evitar rozaduras-, aloe vera e incluso aceite de oliva.
Sin embargo, existen otras muchos opciones en el mercado que son específicas para este problema, entre ellas, poner una barrera física entre los muslos para evitar que estos rocen. Esto se traduce en poner unas bandas alrededor de los mismos que cubran la zona de más fricción. Una de las firmas que más éxito ha tenido con este tipo de productos es Bandelettes -y de hecho, como tantas veces pasa, es la marca comercial de la que el producto ha adoptado el nombre-. La ventaja de esta solución es que consigue que no se choquen las piernas, sin embargo lo que experimentan algunas usuarias es que no consiguen que la banda permanezca en su sitio, sino que se escurre hacia abajo. Esto, además de no cumplir su función aumenta todavía más la incomodidad.
Otra de las opciones del mercado son las cremas antirrozaduras. Aunque ya existen muchas opciones en el mercado, estos productos deben cumplir algunos requisitos para que realmente funcionen. El primero de ellos es que tengan una textura que no resulte pegajosa una vez aplicada, en segundo lugar que su acabado sea transparente y no se seque con una capa blanquecina que se verá si usamos faldas cortas y en tercer lugar y muy importante que sea resistente al sudor para que su acción se prolongue en el tiempo. Entre todos los productos de este tipo, uno de los más famosos es el de Decathlon, que está disponible tanto en formato crema, como en formato roll-on.
Muy parecidas a estas soluciones son los espráis que tienen una función parecida a la de las cremas pero quizás son más fáciles de aplicar, sobre todo cuando estamos fuera de casa. Este tipo de producto repara la piel, le reporta hidratación, la calma y la protege. Además de piernas, también se puede aplicar en brazos y en otras zonas susceptibles de rozaduras.