Boticaria García responde: ¿por qué comemos pizza cuando estamos triste?

La pizza es uno de los platos que más pasiones levanta en el mundo. De un lado al otro del planeta, este delicioso manjar se ha reinterpretado desde que se originó en Italia y hay tantas variedades como gustos de cada uno. Conservando su base inicial de masa de pan, tomate y el queso, es el plato más consumido del mundo.  

Según un estudio, el 17% de los restaurantes que existen en son pizzerías y se estima que se consumen más de 5.000 millones de pizzas al año, según datos de Telepizza. En 2020, la aseguradora MoneyBeach, a través de un análisis, determinó que la pizza es la comida favorita para pedir a domicilio en todos los países de Europa Occidental, algunos septentrionales, e incluso del Norte y Sur de África. En total, es la preferida en 44 países del mundo, incluido España.  

Pero, ¿por qué es el plato más consumido del mundo y el favorito entre los españoles que deciden pedir comida a domicilio? Más allá de ser un delicioso manjar, Boticaria García, experta en nutrición y autora del libro ‘Tu cerebro tiene hambre’, desvela una explicación científica sobre por qué es el plato favorito de millones de personas: comer pizza nos hace sentir mejor y más felices.  

Según explica Boticaria García en el siguiente vídeo, nada más dar un bocado a una pizza se liberan neurotransmisores, además de ser un plato que se consume compartido con los demás, teniendo un gran valor social. Además de todos estos factores por los que genera felicidad, la experta se detiene en la “hipótesis de la serotonina”.  

Tal y como expresa Boticaria García, el cuerpo humano absorbe mucho más rápido las grasas saturadas y los carbohidratos de la pizza, provocando una satisfacción instantánea de felicidad, bienestar y alivio frente al estrés o el dolor que se pueda sentir en esos momentos.  

El cuerpo es capaz de absorber de forma muy rápida las grasas saturadas y los carbohidratos que contiene, por lo que el efecto de satisfacción es instantáneo. De esta manera, provocará una sensación de bienestar y, además, un alivio inmediato del estrés o el dolor. Es por ello que, cuando estamos atravesando un momento complicado, presentamos un deseo más intenso de comer este tipo de comida reconfortante y no otra más saludable ,que se presenta en forma de antojo para cubrir una necesidad inminente.  

Por este motivo, cuando alguien atraviesa por un momento complicado emocional, le apetece más comer alimentos que le proporcionen este estado de felicidad inmediata en vez de platos más saludables. A pesar de este antojo, el ser humano es capaz de controlar estos antojos y no sucumbir a las grasas saturadas.  

Los anacardos, los lactéos, la carne de ave, el café, la avena, el chocolate negro, las nueces, los plátanos, el pescado azul, las espinacas o el pimiento picante son algunos de los alimentos que provocan más serotonina, más conocida como la hormona de la felicidad.