Sabemos cómo será el sexo en 2074: virtual, con inteligencia artificial y menos 'body count'
La inteligencia artificial modificará sustancialmente nuestras formas de tener sexo
La tendencia a tener menos parejas se confirma; sin embargo, se abren otras muchas posibilidades
Las palabras más buscadas sobre sexo en Internet, analizadas por una sexóloga
¿Seremos más o menos promiscuos? ¿Qué tipo de sexo virtual tendremos: mediante videollamadas o con humanoides? ¿Existirá el sexo con robots? Un estudio elaborado por una marca de juguetes sexuales desvela las principales tendencias dentro de 50 años sobre cómo nos relacionaremos en la cama (o en realidades virtuales) con otras personas… o entes.
La marca Lelo ha contado con dos expertos en campos bien distintos: Tom Cheesewright, experto en tendencias futuras, y Kate Moyle, terapeuta y sexóloga. ¿A qué conclusiones han llegado? Os desvelamos las claves principales.
MÁS
La ciencia médica nos ayudará a obtener más placer
Las investigaciones científicas avanzan a pasos agigantados. También en materia sexual: conoceremos cada vez mejor nuestros cuerpos, cómo estimularnos y cómo obtener mayor placer gracias a la ciencia.
Más amigos/as ‘con derecho a roce’
El modo en que se conciben las relaciones está cambiando ya, y es algo que ha venido para quedarse, coinciden los expertos. Habrá con más frecuencia relaciones sexuales entre amigos, con más matices: ¿pareja, amigos con derecho a roce, pareja intermitente? Es difícil ponerle nombre porque esas barreras se difuminarán.
Menos contar número de parejas y más contar cómo las hacen disfrutar
El famoso ‘body count’ comienza a estar de capa caída: en lugar de enumerar las parejas que hemos tenido, la tendencia será a explicar cómo las hemos hecho sentir en la cama. Es decir, el altruismo en el sexo, el hacer disfrutar al otro/a, ganará importancia.
Una ‘adolescencia’ sexual más larga
Prolongar la adolescencia (por motivos económicos principalmente) no solo atañe a nuestro compromiso con la vida adulta (casarse, tener hijos, comprarse un piso…), sino también en lo afectivo. La generación sexualmente activa más joven tiene menos sexo y menos parejas; pero eso no quiere decir que vaya a ser así siempre, sino que su contexto para independizarse es peor y el miedo a enfrentarse a la vida adulta también afecta a lo sexual. Si otras generaciones anteriores eran más promiscuas en la veintena, la tendencia dentro de medio siglo se parece más a un perfil que irá encadenando relaciones distintas durante toda su vida adulta.
Las diversas formas de ocio desplazarán al sexo
Hace unos años se popularizó la expresión ‘Netflix and chill’ (Netflix y relajarse en español) como eufemismo de tener sexo. Sin embargo, la tendencia del futuro parece que va más en el sentido literal: las plataformas de contenido en streaming, los videojuegos o los conciertos virtuales han ocupado tal cantidad de espacio en nuestro tiempo de ocio que el sexo con nuestra pareja será más reducido. Eso sí, también lo valoraremos más y en consecuencia le pondremos más ganas.
La inteligencia artificial ofrecerá nuevas experiencias
La realidad virtual está aún en pañales, pero pronto comenzaremos a vivir en ese entorno híbrido en el que modelar nuestras propias fantasías. ¿Personajes mitológicos con los que tener un encuentro íntimo? ¿Elfos y demás personajes de ficción? Cualquier opción será posible. La inteligencia artificial abre un mundo de imaginación en el que todo vale… y que, por qué no decirlo, puede abrir peligrosas puertas.
¿Enamorarse de un robot? Es muy probable
Cada vez más, indican los expertos de Lelo, tendemos a dotar de personalidad a objetos inanimados. Después de Alexa y Siri, los robots antropomorfos llegarán a nuestras vidas y, aunque estarán preprogramados por nosotros mismos, les daremos una serie de características de nuestro agrado que harán que incluso podamos llegar a enamorarnos de ellos.
Juguetes sexuales más variados e ‘inteligentes’
La inteligencia artificial llegará a todas partes (ya lo está haciendo), y también a esos objetos con los que damos o nos damos placer. El llamado "Internet de las cosas" se cuela en nuestra intimidad y tendremos juguetes que conocerán mejor nuestros gustos, se conectarán en realidades híbridas y podrán cambiar de apariencia o textura según la necesidad.