España es uno de los países más turísticos del mundo y cada año recibe a millones de visitantes de diferentes partes del planeta que vienen a nuestro país por sus diferentes atractivos.  

Más allá del turismo de sol y playa, España es un país de contrastes y esconde grandes joyas rurales en su en el interior de la península por los que no ha pasado el tiempo y que son gran desconocidas para el turismo masivo, tanto nacional como internacional.  

Debido a la despoblación de las zonas rurales, la Organización Mundial del Turismo (OMT) ha lanzado una iniciativa bajo el nombre 'Mejores Pueblos Turísticos' por la que tiene como finalidad destacar los pueblos en los que "el turismo preserva la cultura y las tradiciones, celebra la diversidad, genera oportunidades y protege la biodiversidad" a nivel mundial. Sus objetivos se basan en tres pilares fundamentales: personas, prosperidad y planeta. Este año, se han colado 3 pueblos de España entre 20 europeos, situados en Teruel, Guipúzcoa y Guadalajara.  

El primer pueblo que se ha colado en la lista de mejores turísticos del mundo es Cantavieja, situado en la provincia de Teruel. Esta pequeña localidad aragonesa es Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico-Artístico desde 1981 y es parte de la red de Pueblos más Bonitos de España desde 2014. El tiempo no ha pasado por sus calles y continúa manteniendo el encanto de la arquitectura de la España medieval y destacan numerosos edificios de los siglos XV y XVIII, como la Iglesia barroca de la Asunción y la Iglesia gótica de San Miguel. 

Además de su encanto arquitectónico, Cantavieja está situado la Sierra de Gúdar y el Estrecho del Río Guadalupe, un enclave único en el mundo lleno de árboles y donde viven diferentes animales como cabras montesas, corzos, jabalíes, zorros, nutrias, garduñas, águilas reales o buitres leonados. 

El segundo pueblo elegido por la OMT es Oñati, en la provincia de Guipúzcoa (País Vasco). Esta pequeña localidad de la comarca del Alto Deba es "una villa histórica y monumental que ofrece al visitante una gran variedad de atractivos culturales y naturales". Además de por su riqueza patrimonial, destaca por su cultura, gastronomía y tradición. De hecho, más de la mitad de la población de toda la comarca es vascófona y su gastronomía local está basada en productos como el queso idiazábal, el talo, la sidra o el txakoli. 

El último pueblo español que se encuentra en esta prestigiosa lista elaborada por la OMT a nivel mundial es Sigüenza, en el corazón de la provincia de Guadalajara, considerada una de las ciudades más bonitas de España. Su patrimonio arquitectónico fue declarado en 1965 como Conjunto Histórico-Artístico y sus tres grandes atractivos turísticos son el imponente castillo, reformado en la actualidad en un hotel de la cadena Paradores, la catedral, del año 1130 y de estilo románico, y la plaza Mayor.  

Además de su gran patrimonio cultural, Sigüenza está situada entre tres parajes protegidos naturales: el Parque Natural del Río Dulce, el Lugar de Interés Comunitario del Río Salado y la Microrreserva de los Saladares del Río Salado. Por este motivo, es un destino ideal para disfrutar de la aventura , la naturaleza y la gastronomía local, además de su innegable belleza arquitectónica.