Verano es sinónimo de vacaciones, relax, tiempo agradable… y de frutas. Bien, la fruta es un alimento que debemos consumir durante todo el año, pero en verano apetece mucho más y la variedad es mucho mayor. Además de agua, imprescindible en estos tiempos de calor, nos aporta infinidad de sustancias que necesitamos para estar más sanas y rejuvenecidas. ¿Quieres saber cuáles son, dónde encontrarlas y cómo nos influyen?
La vitamina A es imprescindible para mantener una buena visión; de hecho, su otro nombre es retinol, y se llama así porque esta vitamina produce los pigmentos en la retina del ojo y preserva la buena salud visual, además de la del sistema músculo-esquelético y la de órganos como el corazón. También producimos vitamina A al consumir alimentos ricos en carotenoides (conocidos como provitamina A). Melón, sandía, papaya, mango…, son algunas de las frutas que debemos consumir para incorporar la provitamina A a nuestra dieta.
Como las vitaminas C o E, las del grupo B contribuyen a la formación del colágeno y la elastina, proteínas que proporcionan respectivamente estructura y elasticidad a los tejidos. Son, en conjunto, vitaminas esenciales para la salud del sistema nervioso y para la producción de glóbulos rojos. “Pero son hidrosolubles, lo que quiere decir que no las almacenamos y debemos reponerlas a diario”, indican desde el departamento de i+D+I de la firma nutricosmética 180 the concept. Un déficit de vitamina B6, que encontramos en el plátano y las uvas pasas o higos secos, puede causar desde anemia hasta depresión; la carencia de B12 (que hallamos en mangos, ciruelas, guayabas, kiwi o fresas), anemia megaloblástica, debilidad o problemas de equilibrio.
“Es uno de los grandes antioxidantes”, nos explican en 180 the concept. “Disminuye el estrés oxidativo, por lo que es fundamental en la lucha contra el envejecimiento”. Añaden que “el aporte de esta vitamina en la dieta es esencial, y más aún en determinados colectivos que necesitan un aporte extra como pueden ser, por ejemplo, las personas fumadoras”, y añaden: “Sus funciones son múltiples pero, si nos ceñimos al plano de la belleza, repara nuestra piel y la rejuvenece, ya que acelera la producción de colágeno, la proteína provee de estructura a la piel, pero también a los tendones, ligamentos, vasos sanguíneos…”. La vitamina C, al igual que las del grupo B, nos explican, es hidrosoluble; esto es, podemos tomar la cantidad que queramos sin que dañe a nuestro organismo y debemos reponerla a diario. La podemos encontrar en fresas, cerezas, melón, kiwis y tomates.
“Otro gran antioxidante lo encontramos en la vitamina E”, detallan desde 180 the concept. “Es una gran protectora de las neuronas, una verdadera vitamina de la juventud y la belleza, pues como reforzadora del sistema inmunológico refuerza las pieles más delicadas”. No solo eso, ya que “contribuye a fortalecer nuestro sistema inmunológico y protege de la degeneración de los vasos sanguíneos”. Mango, papaya, cerezas, ciruelas o aguacate son frutas que aportan una considerable cantidad de vitamina E.
Seguro que has escuchado hablar de lo buenísimo que es tomar magnesio. Pero ¿para qué exactamente? “Entre otras cosas, porque ayuda a mantener una excelente salud del sistema nervioso”, nos cuenta la experta mencionada anteriormente. “Existen estudios que sugieren que consumirlo contribuye a aliviar los síntomas de la depresión, algo fundamental cuando estamos en torno a la menopausia; además, es clave en la absorción del calcio, por lo que en sinergia con este contribuye a la buena salud de los huesos”. El magnesio fortalece el sistema inmunitario y regula los niveles de glucosa en sangre y la presión arterial: todo un tesoro para mujeres de 45 en adelante, que podemos encontrar en melocotones, albaricoques o aguacates.
Aunque a menudo lo asociamos a carnes rojas y legumbres como las lentejas, también podemos obtener hierro a través de la fruta: frambuesas, fresas y, sobre todo, albaricoques, son fuentes ricas en hierro. Es vital en numerosos procesos: desde los cognitivos hasta la salud de la piel, uñas y cabello. Y, sobre todo, evita que padezcamos la temida anemia.
El potasio “mejora la regeneración y la nutrición celular”, indican desde el departamento de i+D+I de 180 the concept; “contribuye en el transporte de los nutrientes a las células, pero también a eliminar desechos”. Es decir, al evitar que retengamos líquidos, el potasio es un aliado cuando queremos bajar de volumen. También contribuye a que el ritmo cardiaco sea constante, a la contracción de los músculos o al correcto funcionamiento de los riñones. El plátano es la fruta más asociada al potasio, pero también puedes encontrar este mineral en kiwis, melón, melocotón o ciruelas.
Lo primero que pensamos al hablar de calcio es en “huesos sanos”, así que sí, si queremos evitar el riesgo de padecer osteoporosis debemos incorporarlo en nuestra dieta. Pero además, el calcio, “en sinergia con otros micronutrientes como el magnesio, el selenio o las vitaminas del grupo B” contribuye a una completa desintoxicación y regeneración de los tejidos, lo que revierte en una mejor nutrición de la piel”. Otras funciones: una correcta circulación sanguínea y un aliado necesario para liberar hormonas que el organismo necesita para la ejecución de numerosas funciones. Ciruelas, kiwis, fresas, brevas, frambuesas, papayas…, son algunas de las fuentes de calcio que encontrarás en las frutas.
La bromelina o bromelaína no es exactamente un micronutriente, pero sí una sustancia muy interesante: “Es una enzima que ayuda a romper las grandes moléculas proteicas y las divide en otras más pequeñas”, nos explican en 180 the concept. “Esto hace que se absorban más fácilmente y se mejoren los procesos digestivos”. ¿Cómo nos afecta? “No solo repercute en una mejor asimilación de alimentos, sino que ayuda a eliminar grasa sobrante y hace a nuestra piel más resistente, pues aumenta sus defensas naturales”. ¿Dónde encontramos esta maravillosa enzima? Solo en la piña tropical. Si te gusta esta jugosísima fruta de verano, ¡estás de suerte!
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