Dublín es una ciudad llena de historia y cultura que engancha desde el momento en que pones tus pies en ella. Con sus calles empedradas, pubs tradicionales y rincones escondidos, navegar por la capital irlandesa está llena de posibilidades. Si vas a visitarla próximamente, no puedes perderte esta guía esencial para disfrutar de esta encantadora ciudad y aprovechar al máximo tu visita:
La Catedral de San Patricio, la catedral nacional de la Iglesia de Irlanda, es un testimonio espectacular de la arquitectura gótica del país. Fundada en 1191, la catedral es un lugar de culto y también un sitio de interés histórico, asociado con el famoso escritor Jonathan Swift, que fue su decano.
El Trinity College es una parada obligatoria. Fundado en 1592, este histórico campus alberga la famosa Biblioteca del Trinity College y el Libro de Kells, un manuscrito iluminado del siglo IX. Puedes pasear por sus jardines y disfrutar de la arquitectura que te transportará a otra época.
El Castillo de Dublín, situado en el centro de la ciudad, ha sido testigo de muchos eventos históricos. Aunque gran parte de la estructura original ha desaparecido, las reconstrucciones y renovaciones ofrecen una visión intrigante de la historia irlandesa.
Sí, un clásico. Seguro que has escuchado hablar de él. Es el refugio de los amantes de la buena música en directo, y por supuesto de la cerveza. Uno de los barrios más famosos de Dublín es Temple Bar, conocido por su vida nocturna y su oferta cultural.
Sus calles estrechas y adoquinadas están llenas de pubs, galerías y tiendas de arte. No te pierdas el Temple Bar Pub, un icono del área, y asegúrate de visitar la Galería Nacional de Fotografía de Irlanda, que ofrece exposiciones fascinantes. Además, si tienes la suerte de viajar durante las fiestas de St Patrick’s Day, patrón de Irlanda, podrás empaparte de todo este ambientazo.
Si quieres salir del bar típico, te recomendamos The Bernard Shaw, un pub alternativo que combina lo clásico con lo alternativo ubicado en Richmond Street South. Es el lugar ideal para disfrutar de una cerveza artesana en un entorno artístico.
Dublín es sinónimo de Guinness, y no hay mejor lugar para aprender sobre esta famosa cerveza que el Museo de la Cerveza Guinness. Ubicado en St. James's Gate Brewery, el museo ofrece una experiencia interactiva y culmina con una pinta de Guinness en el Gravity Bar, con vistas panorámicas de la ciudad.
Si buscas un respiro del bullicio urbano, dirígete a Phoenix Park. Este es uno de los parques urbanos más grandes de Europa y alberga el Zoológico de Dublín, el Monumento de Wellington y la residencia del Presidente de Irlanda. Es el lugar perfecto para un picnic o un paseo en bicicleta.
Los amantes de las compras encontrarán en Grafton Street es el lugar ideal. Esta calle peatonal está llena de tiendas de moda, grandes almacenes y artistas callejeros que añaden un toque especial al ambiente. No dejes de visitar la estatua de Molly Malone, un símbolo de la ciudad.
También está el Dublin Flea Market, ubicado en Newmarket Square, es el lugar perfecto para los cazadores de tesoros. Este mercado, que se celebra el último domingo de cada mes, ofrece una amplia gama de antigüedades, ropa vintage, artesanías y productos locales. Es el sitio ideal para encontrar recuerdos únicos y sumergirse en la vibrante cultura de mercado de Dublín.
A solo unos minutos del bullicioso centro, Stoneybatter es un barrio emergente que conserva el encanto de la vieja Dublín. Pasea por sus calles para descubrir una mezcla ecléctica de cafeterías independientes, tiendas vintage y murales. La comunidad local se siente orgullosa de su herencia, y el área ofrece un sabor auténtico de la vida diaria en Dublín, lejos del turismo convencional.
Situada en el corazón de la ciudad, la Hugh Lane Gallery ofrece una experiencia artística menos conocida pero igual de enriquecedora. Esta galería alberga una colección impresionante de arte moderno y contemporáneo, incluyendo la colección de Francis Bacon, el único estudio del artista conservado en su totalidad. Es un lugar tranquilo para los amantes del arte que buscan algo fuera de los circuitos turísticos habituales.
Si quieres experimentar la alta cocina en un ambiente local, visita Donnybrook Fair, un mercado y tienda gourmet en el barrio de Donnybrook. Aquí encontrarás productos frescos, quesos artesanales, pan recién horneado y una selección de delicias gourmet que reflejan la rica tradición culinaria irlandesa. Es un lugar perfecto para un almuerzo gourmet o para llevar a casa algunos productos especiales.
Aunque más pequeño en tamaño, The Little Museum of Dublin en St. Stephen’s Green ofrece una visión íntima y personal de la historia de la ciudad. Fundado por Trevor White, el museo presenta una colección de objetos cotidianos que cuentan la historia de la vida en Dublín a lo largo de las décadas. La visita es guiada por apasionados voluntarios locales, proporcionando una perspectiva auténtica y personal de la vida en la capital irlandesa.
La Science Gallery, ubicada en el Trinity College, es un espacio dedicado a la intersección entre la ciencia y el arte. Ofrece exposiciones temporales que exploran temas científicos y tecnológicos a través de la creatividad artística. Es un lugar interactivo y educativo que desafía las percepciones tradicionales y promueve el pensamiento innovador.
Para una experiencia auténticamente dublinesa, dirígete a The Forty Foot en Dun Laoghaire, un lugar icónico para el baño en el mar. Este sitio ha sido un lugar de encuentro para los nadadores de invierno durante más de 200 años. Aunque el agua puede ser fría, la vista y la experiencia de nadar en el mar de Irlanda son inolvidables y ofrecen un contraste refrescante con la ciudad.