El must imprescindible para cualquier novia que se precie es el ramo que lleva, generalmente, en su mano derecha al dirigirse hacia el altar. El ramillete es uno de los complementos que más suelen sorprender a los invitados y que suele seguir el estilo de la protagonista del día y de su look nupcial. Dependiendo del vestido, las prometidas optan por un tipo de ornamento u otro (desde flores silvestres a ramos domo, posy, clutch o bonche).
Además, para que todas las flores en su conjunto den lugar a un ramo, muchas novias se inclinan por unirlas con cintas con mensajes especiales, nombres de familiares o incluso del día más importante de sus vidas. Sin embargo, desde hace un tiempo es tendencia que, a la tradicinal banda se le añada una medalla de tipo religioso o que contenga un mensaje especial para la prometida.
En esta última temporada nupcial, que ha estado marcada por los enlaces matrimoniales de numerosas famosas, son muchas las que han acudido a una conocida diseñadora y ceramista de nuestro país, que se inspira del arte italiano para sus creaciones. ¡Te contamos todos los detalles!
"La cerámica es el nuevo mindfulness para los creativos, para los artistas, para todo el mundo". Así es como María Vega de Seoane, diseñadora creativa de El Atelier Pottery, da a conocer su proyecto más ambicioso y personal en la web de su taller. Una marca que ha llegado a numerosos rostros conocidos de nuestro país, como Tamara Falcó, Cristina Oria, María Palacios o Claudia Ula (la hija de Raquel Revuelta), que son seguidoras de sus creaciones y cuenta de Instagram.
En su estudio, María se inspira otros lugares y épocas para sus creaciones. De hecho, su última colección está inspirada en la dolce vita italiana y es que, la cerámica es el hilo conductor de sus diseños -tanto para utensilios domésticos como para joyería (e incluso premios)-. Es por ello que la empresaria ha llegado con su propuesta a numerosas celebrities de nuestro país de la jet set.
Si el pasado mes de abril era Teresa Urquijo la que confiaba en la artista -que recibía este obsequio de una invitada de su enlace con José Luis Martínez Almeida- y empresaria en su boda llevando una medalla de la Virgen de Milagrosa, este pasado 28 de septiembre fue Ana Cristina Portillo la que quiso rendir homenaje a su madre, la siempre recordada Sandra Domecq, luciendo una medalla de cerámica del mencionado atelier con el nombre de su progenitora.