Elena y María, de 'Futurlife21': "Estamos creando un cambio en la forma de comer gracias a las redes sociales"
Nutrición con ciencia: el ‘Futurlife system’
No sabemos si la revolución en la nutrición está siendo ‘Futur’ (adjetivo que se han inventado y que usan habitualmente para definir si algo es saludable o no), aunque desde luego, por su lema y la forma en la que entienden este campo estas dos bioquímicas, debería serlo, ya que animan a la gente a llevar un estilo de vida saludable que dure para siempre y rompen con el concepto de dietas. Para María, la única manera de que una grasa o un peso que se pierde se pueda mantener en el tiempo es inculcando hábitos: que la gente sepa qué tiene que comprar, qué tiene que comer y que disfrute haciéndolo, porque "en el momento en el que no eres feliz eligiendo salud no lo vas a mantener". Y no, no puedes hacerlo de forma puntual porque tienes una boda, eso no vale. “Nosotras no creemos en el concepto de bajar de peso. Creemos en perder grasa y bajar la inflamación, que no tiene nada que ver. Y mantener el músculo”, matiza Elena (o ‘Eleni’, como la conocen sus seguidores en Instagram).
Vamos, que lo estábamos haciendo un poco regular hasta ahora. ¿A qué se debe esto? ¿Qué opinarán de nuestros conocimientos sobre nutrición? Elena cree que no tenemos la culpa ya que "hay mucho bombardeo y todo el mundo habla y opina. Nosotras todo lo que contamos en nuestras consultas es porque tiene base científica y es real: es un curso de nutrición. Es lo que la ciencia dice sobre los nutrientes”. Y además lo explican en forma de viaje, tipo ‘Érase una vez la vida’, para que la personas entiendan lo que hacen los alimentos en nuestro cuerpo, en nuestras células y cuál es la repercusión en el metabolismo. “El éxito nuestro es que la gente hace las cosas porque sabe por qué las hace”, remarca. Estos cursos duran unos dos meses y los precios oscilan entre los 350 y los 700 euros (dependiendo si se hacen de forma individual, en parejas o en grupo).
Parte del problema hoy en día también está en que lo que sabemos de nutrición es lo que nos han enseñado en la publicidad y lo que relacionamos con dietas: “La gente se cree que comer pavo light, un biscote integral y un yogur 'cero’ es saludable porque es lo que le ha contado la tele. Pero nunca ha habido científicos, o gente con base científica real, que quiera inculcar salud porque no nos han enseñado de salud”, sentencia tajante María. “Todo el mundo tiene que tener en cuenta la repercusión de lo que pasa en su cuerpo para que esté en la salud presente y futura de la población. Y sobre esto el Gobierno no hace nada para que la gente aprenda. Somos el segundo país con más obesidad infantil y no existe ni media ley relacionada con la mejora de los hábitos de España”, se queja. “Yo llevo peleándolo 20 años”, explica Elena con cierta resignación.
La buena noticia es que estamos a tiempo de aprender, y en esto nos están ayudando las redes sociales. Sobre todo Instagram (sí, como lo oyes), que se está convirtiendo en una buena plataforma para compartir salud y no tanto postureo. Algo está cambiando para bien: “Y no tiene nada que ver con el Gobierno. Es gracias a gente como nosotras, y a gente como Carlos Ríos o Aitor Sánchez, que estamos transmitiendo con ciencia y estamos haciendo a la gente cambiar gracias a las redes sociales”, comenta María ilusionada.
La historia de 'Futurlife 21': no se diseñó inicialmente para bajar de peso
Elena Pérez lleva dedicándose al mundo de la nutrición muchos años. Empezó hace 20, primero dando cursos en un cole, y después enfocándose en el campo de las personas con discapacidad: “Yo creé inicialmente un sistema educativo para ayudar a las personas que tenían niños con algún problema o discapacidad (sobre todo daño cerebral) para ayudarles a mejorar la nutrición. Jamás, jamás (remarca) diseñé inicialmente ‘Futurlife’ pensando en bajar de peso, fue un efecto secundario: lo que yo quería era optimizar la alimentación a través de los conocimientos de bioquímica que yo tenía”, explica.
Entonces pasó algo curioso: cuando ella coincidía con la gente en los congresos de nutrición a los que acudía como experta para presentar su sistema, se dio cuenta de que sus “colegas” de congreso parecían más saludables y, cuando les preguntó a qué se debía ese cambio, ellos le contestaron que era porque habían seguido sus consejos. Fue ahí cuando ella, que siempre había tenido sobrepeso, lo probó y bajó los 8 o 9 kilos que la sobraban: "Pensé que de este sistema educativo no se podían beneficiar solo personas con alguna discapacidad (que también), sino que podía servir para todo el mundo, ya que se han perdido las tradiciones y, a no ser que alguien les explique qué hacen los nutrientes en su organismo, nadie lo había hecho".
Y ahí arrancó la cosa. Al principio, Elena empezó a pasar consulta en la habitación de su hija a sus amigas y a gente que ella conocía, hasta que un día su marido le dijo: “Elena, esto ya no puede ser: ¡me he encontrado en batín a una señora que no conozco de nada!”, recuerda con una carcajada sonora. “En ningún momento me imaginé esto”. Entonces vio que todo el mundo tenía muy buenos resultados y le pidió a su hija, que estaba estudiando en Londres un máster de nutrición, que se volviese para ayudarla porque ella no podía sola. “Yo le dije que no porque quería un trabajo convencional, de entrar y salir a una hora y no depender de mí misma”, explica María, “¡Y lo pasé fatal!”, remarca su madre. Hasta que un día, María le dio a su madre el “sí, quiero”, se abrió Instagram, cambió el logo, diseñó la web y empezaron a hacer los documentos, el formato, etc. En 2015, pasaron de la habitación de María a pasar consulta en un sitio muy chiquitín con dos cuartos y sin cocina, después tiraron el muro de ese local a la casa contigua para ampliarlo, hasta que se mudaron y se asentaron en el actual ‘Futurcenter’: un sitio nuevo muy luminoso y amplio con sala de espera, baño, cocina, consultas acristaladas y recepción (con una pequeña cascada incluida), situado en la calle Sor Ángela de la Cruz de Madrid.
Influencers "bien", naturalidad madre-hija y ciencia: las recetas del éxito
Cuando les preguntamos por los factores que creen que han conseguido enganchar a tanta gente, María explica que no hay ningún secreto, pero que cree que es un mezcla de varias cosas: la ciencia, la cercanía (madre-hija), la cocina, el hogar y sobre todo la naturalidad. Eso hace que la gente se sienta identificada. "Y que nos gusta, una de las claves es que te tiene que enamorar lo que haces, si no, no puedes transmitir", prosigue. “¡Y que trabajamos muchísimo y no nos importa!”, ríe Elena.
Precisamente, una de las cosas que más les gustan a sus seguidores de Instagram es ver la complicidad que desprenden entre madre e hija. Vía 'Stories' pueden ver cómo María graba a su madre desprevenida para que le explique qué trae en los tuppers, cómo María se cuela en el súper para mostrarles qué pan es mejor consumir, enseña a leer las etiquetas, comparten recetas fáciles y sanas, etc. "Nosotras hacemos todo. Me hace mucha gracia cuando nos llaman y nos piden que les pasemos con la gente de marketing o con la que se encarga de las recetas. ¡Si somos nosotras! No hay nadie detrás”, explica con naturalidad Elena.
Las chicas de 'Futurlife' se sienten muy afortunadas por la comunidad que han conseguido, aunque también confiesan que al principio para ellas las redes no fueron nada fáciles. Eso sí, saben también que es un arma de doble filo y que tener tantísimos seguidores (rozan los 130.000 en Instagram) conlleva una gran responsabilidad: “Yo nunca digo nada que no pueda argumentar. A lo mejor para subir un 'story' me tiro 20 minutos pensando las palabras exactas para que no suene raro”, argumenta María. Cada día suelen recibir unos 500/600 mensajes en esta red social (solo el 1% de los comentarios son negativos), sus recetas acumulan miles de likes y rostros conocidos como Elena Furiase o Carmen Morales también comparten sus recetas.
Otra de sus "fórmulas del éxito" han sido las recetas de Elena. “A ella le encantaba cocinar y siempre ha tenido una mano superespecial, teniendo en cuenta que no ha hecho nada de cocina. ¡Yo no he repetido comida en mi vida (igual solo lentejas)!”, confiesa María. En este sentido, 'Eleni' cree que todavía existe el concepto equivocado de que comiendo rico es imposible que se pueda bajar de grasa. Para ellas, la célula de nuestra sociedad es la familia, y la célula de la casa es la cocina. En este sentido, lo que más les enriquece y les llena es volver a juntar a la gente en la cocina y transmitir esos conocimientos para que perduren en el tiempo y sean útiles: “Vamos de Agustina de Aragón, queremos cambiar el mundo totalmente a través de esos conocimientos y esas bases en generaciones venideras”. “Empoderamos a la gente para que sea capaz de transmitirlo y entre todos hacer un mundo mejor. Esa es la idea. Que esto crezca y que transmitan que cuidándote puedes vivir mejor”, finaliza.
¿Se consideran influencers? Eleni responde con un 'sí' sonoro. María también, aunque reconoce que a veces no es consciente de ello: “El otro día mirando mi Instagram personal vi que habían visto un 'story' mío 9.000 personas y me parecía un montón. Eso lo multiplicas por 10, que es la gente que nos sigue y piensas... Entonces miré a Dani (mi marido) y le dije: Creo que realmente somos 'influencers' y estamos influyendo". Una de las pruebas, por ejemplo, es que el otro día fueron a comprar el pan que siempre recomiendan y no había ese pan (de los demás sí había), fueron a coger un yogur y tampoco había. "Estamos influyendo y creando el cambio junto con otras muchas personas que tienen una base científica muy buena", concluye.
* El próximo 17 de diciembre presentarán en el ‘Street Market’ del exclusivo centro comercial ABC Serrano su segundo 'Futurlibro' (el primero lo sacaron el año pasado y ya han vendido más de 7.000 copias).